La sequía hidrológica en la capital del Azuay se mantiene, aunque desde este martes 26 de noviembre empezó a llover y esto mejoró los caudales de algunos ríos.
Los apagones afectan gravemente a los pacientes que emplean equipos médicos que funcionan con electricidad pero hay otros riesgos importantes que pueden ser mortales en adultos mayores como son la deshidratación por altas temperaturas y las caídas.