El Ministerio de Defensa sostiene que los menores fueron detenidos por una alerta de robo y liberados "sanos y salvos" en la parroquia Taura, a aproximadamente 30 kilómetros de su hogar.
La Fiscalía General del Estado lleva el caso de desaparición en una unidad especializada en la investigación del uso ilegítimo de la Fuerza, encargada de investigar delitos por parte de agentes.
Los dos hispanos fueron condenados en 2009, después de que testigos oculares los reconocieron como las personas que le dispararon a un hombre en un estacionamiento.