La industria farmacéutica ecuatoriana tiene más de un siglo de historia. A lo largo de estos años el sector ha hecho grandes esfuerzos para desarrollarse. Actualmente, si bien solo tiene el 18 por ciento de participación del mercado nacional, el impacto que genera toda su cadena productiva es de aproximadamente unas 25 mil plazas de empleo directo e indirecto.
Datos de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa), muestran que en el país existen 64 laboratorios farmacéuticos nacionales y tiene inscritos alrededor de 14.102 medicamentos con registro sanitario, bajo diferentes grupos terapéuticos y formas farmacéuticas siendo los principales: antiinflamatorios, antiinfecciosos, antineoplásicos, antihistáminicos, hormonas, vitaminas, entre otros.
Miguel Palacios, director ejecutivo de la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos Ecuatorianos (ALFE), señala que en los últimos años la industria ha mejorado en temas de calidad e innovación, invirtiendo en la adquisición y renovación de maquinaria o en la ampliación de las plantas.
En virtud de seguir mejorando -destaca- se solicitó al gobierno elevar los estándares de calidad para la industria, a fin de demostrar su capacidad para fabricar fármacos seguros, de calidad y eficaces.
Según la gerente de marketing y publicidad de Laboratorios Indunidas, Paola Enderica, el sector ha pasado de ser una industria que solo distribuía medicamentos producidos por otros laboratorios, a tener la capacidad propia para elaborar sus propios productos, e incluso exportarlos en la región. Por esta dinámica, en el país ya no solo se reproducen fórmulas, sino que se desarrollan nuevas, como es el caso de Laboratorios Indunidas, que ha crecido para adaptarse a las necesidades propias del medio.
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“Estamos en la capacidad de elaborar productos de calidad como lo haría una gran multinacional o laboratorio extranjero, aunque todavía tenemos mucho por hacer e innovar”, reconoce Enderica.
Actualmente, la empresa continúa repotenciando su planta de producción a fin de cumplir con los estándares de calidad establecidos en sus certificaciones BPM e ISO 9001. Los cambios incluyen la renovación total de las áreas destinadas a la fabricación, empaquetamiento, tableteo y producción de medicamentos sólidos, así como la implementación de máquinas de última tecnología que le han permitido mejorar sustancialmente los tiempos de producción.
Otro de sus pasos importantes es la implementación de una nueva bodega para almacenamiento, distribución y transporte. La planta de producción de este laboratorio paso de elaborar 13 millones de unidades en 2019 a 28 millones en el 2020.
Las inversiones de la firma continúan apostando a tener un mayor crecimiento en los próximos cinco años. Como parte de su proceso de innovación, Laboratorios Indunidas ha sumado a su oferta de productos un estimulante del sistema inmunológico especializado en pacientes de alto riesgo bajo el nombre de Timocell. El mismo -explica el director médico de la empresa, David Goosdenovich- es un extracto purificado de timo bovino (órgano primario especializado del sistema inmunológico), que ejerce su acción sobre las principales células de defensa del organismo (células madre de la médula ósea roja). Así, el producto genera una mayor respuesta fisiológica ante infecciones moderadas o graves, así como en trastornos inmunológicos propios de enfermedades crónicas y catastróficas.
Mayor participación
En la actualidad, los medicamentos importados tienen una participación del 82 por ciento en el mercado ecuatoriano, y la contraparte lo cubre la oferta nacional. Miguel Palacios de la ALFE está convencido que el porcentaje de participación de la industria local puede aumentar en la medida de que se reduzcan los aranceles de ciertas materias primas e insumos con los que fabrican los medicamentos, pues, según señala, son estos los que encarecen los precios y no les permite competir con los fármacos importados que ingresan con arancel cero.
Uno de los pedidos que hace el gremio es ser considerados en las compras de medicamentos de la red pública integral de salud como el Ministerio del ramo, IESS, Issfa e Isspol.
Palacios es consciente de que no pueden abastecer todo el listado terapéutico requerido, pero que en lo que respecta a medicamentos básicos como analgésicos, antibióticos y multivitamínicos sí están en capacidad de hacerlo, de esta forma -argumenta- no solo se dinamizaría al mercado local, sino también se evitaría el desabastecimiento en los hospitales o que se compre con sobreprecio.