En términos sencillo, los "aranceles recíprocos" implican que “si nos aplican aranceles, nosotros les aplicamos los mismos aranceles”, resumió el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el pasado 4 de marzo en su primer discurso ante las cámaras legislativas de ese país.
Esta es una medida que EE.UU. ha aplicado a 49 países y a todo el bloque de la Unión Europea. La base mínima, es decir la de menor impacto, se fijó en 10 por ciento. Esa es la carga arancelaria que tendrán Ecuador, al igual que el resto de países sobre el Pacífico: Colombia, Perú y Chile.
Francisco Briones, economista y ex Director del Servicio de Rentas Internas, explica que esto se trata de la aplicación de una misma carga tributaria a los productos procedentes de los países incluidos en el listado.
Si bien pareciera normal la aplicación de estas cargas en los intercambios comerciales, en el caso de Estados Unidos no es así. Este país abrió su economía con la reducción, en su momento, de los aranceles para los productos que importa desde otros destinos. Pero estos "aranceles recíprocos" aparecen justamente porque, según el Gobierno de EE.UU., los países que le venden a ellos no han hecho lo mismo.
Por ejemplo, en el caso de China, uno de los objetivos dialécticos del Presidente Trump al cuestionar los intercambios comerciales, le asignaron una carga del 34%. Por el contrario, señalan desde la Casa Blanca, China tiene una carga arancelaria promedio hacia EE.UU. del 67%.
Uno de los problemas históricos del Ecuador ha sido mantener un arancel promedio elevado, que en el caso de EE.UU. sería del 11% (desde la Casa Blanca hablan del 12%). Mientras EE.UU., por el contrario, cargaba un arancel menor: en productos agrícolas, del 5,10 por ciento; y en otros productos, alrededor del 4,70 por ciento.
¿Qué significa esto? Que Ecuador cobra más aranceles a la llegada de productos de EE.UU que los que le cobran a Ecuador por enviar los suyos. Hablamos de productos claves para la economía ecuatoriana, entre esos el camarón, que representó más de 1.500 millones de dólares en exportaciones a ese país en 2024; también banano y plátano, con más de 600 millones; y cacao y elaborados, con un poco más de 500 millones.
Briones indica que esto apenas es el anuncio de algo que se necesita conocer con mayor profundidad.
Agrega que si bien esto enciende las alertas al comercio internacional del Ecuador, porque generaría un impacto, "vale la pena considerar que es una política que no aplica solo al Ecuador sino a otros países. Preliminarmente, es un trato igualitario".