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Enfoque

¿Cuáles son los riesgos de una protección excesiva frente al COVID-19?

jueves, 27 mayo 2021 - 15:30
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Con la llegada de la pandemia, el rostro y las manos son las partes del cuerpo más afectadas por el uso prolongado de equipos de protección personal y de antibacteriales.

Las glándulas sebáceas se sitúan en la dermis de la piel y están compuestas por células llenas de lípidos. Su función es la de sintetizar el sebo, una sustancia producida por los lípidos, que tiene como función hidratar la piel, aportarle los antioxidantes que necesita y protegerla de los gérmenes.

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Cuando alguien posee la bacteria del acné y la piel está expuesta a un ambiente graso, oleoso y húmedo también se provoca un proceso inflamatorio. Asimismo, si sufre de rosácea, al estar en un microambiente cerrado, los vasos sanguíneos de la cara aumentan su tamaño provocando un mayor enrojecimiento.

Además, el uso prolongado de las mascarillas quirúrgicas y N95 puede provocar reacciones alérgicas debido a sus componentes químicos que con la humedad hacen que se desprendan y caigan sobre la piel.

Por otro lado, el uso de las mascarillas decorativas o de tela aunque no tienen estos elementos químicos están fabricadas con nylon, poliéster e hilo que también pueden provocar una reacción inflamatoria en personas alérgicas.

El dermatólogo Kleber Ollague Murillo, director de la Clínica Dermatológica Ollague, indica que como resultado de estos daños, se han observado equimosis, maceración, abrasión y erosión en la piel. Además, menciona que ante la presión el puente nasal es la zona más afectada, aunque también pueden producirse lesiones en las orejas donde las ligas de las máscaras N95 crean presión.

$!El dermatólogo Kleber Ollague Murillo indica que las máscaras, gafas protectoras y protectores faciales que se utilizan como equipos de protección personal pueden apretar y frotar las mejillas, frente y el puente nasal, lo que puede causar daños en la piel.

Ollague recuerda que todas estas afectaciones y reacciones alérgicas a las mascarillas empezaron a presentarse cuando las personas retornaron a sus trabajos de manera presencial.

Angélica Villacís, dermatóloga de Centros Médicos METRORED, indica que la importancia de buscar ayuda profesional radica en que este tipo de patologías o enfermedades a nivel de piel son de carácter crónico y se caracterizan por reactivarse varias veces al año, por lo tanto, si no se cumple a cabalidad las indicaciones que el médico indique, no habrá un resultado exitoso.

“En la parte dermatológica se deben manejar dos etapas fundamentales, la antiinflamatoria (que se aplica en una etapa inicial) y la regenerativa (que se aplica posteriormente a largo plazo), siendo la segunda fase la más importante ya que con el mantenimiento y control se garantiza la estabilidad de la enfermedad y así evitamos las reincidencias que suelen presentarse de cuatro a seis veces al año”, explica Villacís.

La dermatóloga de METRORED también asegura que es vital que el paciente no se auto medique ya que algunos productos dermatológicos de venta libre, como cremas o ungüentos, contienen un principio activo basado en corticoides, los cuales, en caso de uso prolongado y no controlado, pueden atentar de forma seria en contra del equilibrio de la piel y causar daños con efectos irreversibles.

Cuide sus manos

El uso prolongado de alcohol y gel antibacterial puede ocasionar eczema de manos y dermatitis de contacto tanto alérgica como irritativa, manifestando resequedad, enrojecimiento, fisuras, ardor, picazón y dolor.

Por otro lado, en personas que ya tienen problemas de piel, que cursan con una barrera cutánea alterada como dermatitis atópica, u otras dermatosis como dermatitis de contacto o psoriasis, su problema puede exacerbarse, aun cuando la frecuencia de estas medidas de desinfección sea menor.

Enrique Úraga Pazmiño, dermatólogo y director del Centro Dermatológico Dr. Úraga, indica que además de un tratamiento adecuado de manera individualizada, el tratamiento más oportuno es la prevención.

“Para evitar estos problemas debemos intentar mantener en buen estado nuestra barrera cutánea, por lo que es recomendable aplicar una loción o crema humectante posterior a cada lavado y desinfección de manos”, indica.

Adicionalmente destaca que se debe evitar refregar de manera exagerada las manos durante el lavado, o usar sustancias agresivas como jabones en polvo para lavar la ropa. Tampoco es recomendable el lavado con agua muy caliente.

Enrique Úraga aclara que los geles antibacteriales a base de alcohol de concentraciones mayores a 60 por ciento son efectivos para la desinfección y recomienda el uso de geles antibacteriales que contengan humectantes como glicerina y de ser posible aloe vera, para prevenir la resequedad y remplazar la pérdida de agua generada por el uso de alcohol en la superficie de la piel.

*Lea más temas de salud y prevención en la Guía Médica de Vistazo. Ya en circulación.

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