La caída del cabello es una manifestación de varios trastornos capilares que traspasa la normalidad de pérdida del mismo, pues es natural que se desprendan entre 50 y 150 hebras de cabello diario, pero existen causas relacionadas con el estrés. Entre las más frecuentes están el efluvio telógeno y las alopecias, nos explica la
dermatóloga Mery Alvear.
EFLUVIO TELÓGENO
Se caracteriza por la caída excesiva como resultado de un cambio anormal en el ciclo de crecimiento del pelo. El cabello afectado puede caerse súbitamente con el peinado o lavado.
Según la dermatóloga, dentro de las razones más importantes tenemos “enfermedades agudas, graves o crónicas, cirugías, parto, rápida pérdida de peso, deficiencias nutricionales, anemia por déficit de hierro, déficit de micronutrientes como el zinc, efectos secundarios de medicamentos, estrés emocional, infecciones directas por hongos, bacterias o virus, incluso enfermedades de la tiroides”, especifica la especialista.
ALOPECIAS MÁS COMUNES
La más frecuente en mujeres es la alopecia areata, que presenta caída repentina del cabello en distintas áreas. Estas pueden tomar diversas formas, aunque usualmente se presentan de manera redonda con límites bien definidos. Los motivos se han visto relacionados con infecciones, medicamentos, factores ambientales, estrés severo, niveles bajos de vitamina D y zinc, esto último en pacientes con alopecia resistente al tratamiento, según detalla la doctora.
Por otro lado, la alopecia androgénita está directamente relacionada con un factor genético, siendo más frecuente en los hombres. Si tus padres o hermanos tienen este tipo de pérdida del cabello, es probable que tus hijos también lo hayan heredado. Sus síntomas o demostraciones pueden aparecer desde la adolescencia y se van incrementando con el paso de los años. “Cuando el origen es genético, con el tratamiento indicado se puede prevenir la caída mientras este tratamiento se mantenga. La respuesta es mejor si este comienza en una etapa inicial de la enfermedad”, aconseja la doctora.
DIFERENTES TRATAMIENTOS
La dermatóloga explica que no existe una fórmula estándar, por lo que todo depende del tipo de caída del pelo, las enfermedades preexistentes de las personas y las expectativas del paciente, basándose siempre en las recomendaciones de su especialista después de un diagnóstico.
Entre los procedimientos dermatológicos que eliminan o alivian las causas de la enfermedad podemos recurrir a tratamientos tópicos (que se aplican sobre la piel cabelluda), intralesionales (mediante inyecciones), sistémicos (cápsulas orales) y otros como fototerapia o, incluso, trasplantes de cabello de acuerdo a cada caso. Y en las medidas estéticas podemos encontrar técnicas de peinado, coloración amigable del cabello, coloración del cuero cabelludo y prótesis capilares.
¿CÓMO PODEMOS EVITARLO?
Debido a que existen muchos motivos que pueden desencadenar la pérdida del pelo y por lo general se relacionan unos con otros, la dermatóloga nos dice que no existe una receta exclusiva para evitarlo, “siempre que nos enfrentamos a una caída de cabello es importante acudir al dermatólogo para que, a través de una evaluación médica completa, determine qué tipo de alopecia presenta y, según esto, se puede dar una guía en cada caso”.
Sin embargo, se puede sugerir, en términos generales, mantener un estilo de vida saludable, llevar una alimentación balanceada, hacer ejercicio regularmente y realizar actividades que canalicen el estrés al que todas las personas nos enfrentamos para reducirlo y desfogarlo de mejor manera. “No hay evidencia en estudios clínicos que demuestren que el uso de mascarillas o masajes puedan prevenir la caída del cabello”, recalca la doctora, y resalta que es muy importante evitar realizarse tratamientos agresivos que destruyan los folículos pilosos (donde crecen las fibras) porque pueden destruir permanentemente estas glándulas, sin que el cabello vuelva a crecer.
Existen diferentes tratamientos para prevenir la caída del cabello.
CICLO VITAL DEL PELO
El pelo se origina en los folículos pilosos y tiene un proceso cíclico de 3 fases:
- El primero es la anágena, etapa en la que se produce su crecimiento.
- Segundo es la catágena, fase en donde se provoca la involución del cabello.
- Y, por último, la telógena o reposo, en la cual se ocasiona el desprendimiento del pelo, para reiniciar nuevamente el ciclo en la fase anágena.
Normalmente, los folículos se encuentran en fase anágena en un 89 %; catágena, menos del 1 %; y en telógeno en 10 %; sin embargo, en la última fase este porcentaje puede aumentar hasta el 35 % en los folículos, lo que lleva a que aumente la caída del cabello en gran cantidad.
ESCALA PARA MEDIR LA CAÍDA DEL CABELLO
Existen varias escalas para medir la caída del cabello, según la condición de cada persona. El especialista puede evaluar la severidad de la pérdida valorando como: leve de 0 - 24 %, moderada de 25 - 50 % y severa más del 50 % de acuerdo a cómo se desarrolla la fase telógena.