Uno de los puntos fuertes en la popularidad de la semaglutida es que su aplicación es bastante simple. Una inyección subcutánea una vez por semana es todo lo que se requiere para recibir sus beneficios.
Dos mujeres que enfrentarían problemas de salud graves por el consumo de Ozempic, un popular fármaco recetado para la diabetes y obesidad, cuentan su experiencia.