Las dos afectadas aseguraron que, por efecto de la medicina que llevaban ingiriendo durante meses, llamada Ozempic, sus estómagos se detuvieron, lo que se denomina gastroparesia grave en el mundo médico.
“Ojalá nunca lo hubiera probado (...) Este medicamento convirtió mi vida en un infierno. No merece la pena”, confesó Knight, de 37 años, al medio referido. La mujer señaló que una experiencia en 2021 generó dudas en ella sobre el funcionamiento de su sistema digestivo.
Era la noche de su cumpleaños y había comido muy poco, tan solo unas fajitas de pollo. Estaba terminando de consumir la comida de su plato cuando sintió que no podía tragar. Asustada, se precipitó al baño y mientras vomitaba, se cuestionó cómo podía expulsar tanta comida si aquella noche casi no había ingerido alimentos.
Acudió a una cita con un gastroenterólogo, quien le introdujo un tubo con una cámara a lo largo de la garganta hasta el estómago diagnosticar su padecimiento. "Me dijeron que tenía el estómago lleno de comida”, contó, acotando que para ese entonces llevaba consumiendo Ozempic dos años.
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Wright experimentaba problemas similares. La profesora vomitaba entre clases y, en septiembre del 2022, comenzó a tener problemas con eructos incontrolables que olían a azufre, que generaban extremo malestar para ella y quienes la acompañaban.
La mujer, al igual que Knight, se percató de que vomitaba lo que había comido tres o cuatro días antes. "Bueno, en endoscopias he visto a muchos pacientes con el estómago lleno que tomaban Ozempic. Así que vamos a intentar quitarte el Ozempic", es lo que le dijo un doctor a Wright, ese mes.
Si bien el fármaco advierte sobre posibles vómitos como consecuencia de su consumo, no indica que quienes lo ingieren pueden llegar a experimentar síntomas de parálisis estomacal, como fue el caso de las dos mujeres estadounidenses.
Frente a un número creciente de casos, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. informó que "ha recibido informes de gastroparesia con semaglutida y liraglutida, algunos de los cuales documentaron que el evento adverso no mejoró después de la interrupción del producto respectivo (Ozempic) en el momento del informe", informó la agencia en un comunicado a CNN.
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Por otro lado, Novo Nordisk, fabricante de Ozempic y Wegovy, recalcó al medio referido que la gastroparesia puede ser causada por la diabetes, condición que suelen tener quienes consumen el fármaco, y no por el producto en sí. Además, resaltó que las mujeres corren mayor riesgo de desarrollar de manera natural este tipo de enfermedad.
"Todos decían que era imposible que se tratara de diabetes", aseguró Wright, quien desarrolló la gastroparesia, entendida como vaciado estomacal lento, cinco años después de que fue diagnosticada con diabetes.
“Hace casi un año que dejé de tomar Ozempic, pero aún no regreso a la normalidad”, contó a CNN, denotando que tuvo que pedir una licencia en su trabajo por la frecuencia con la que vomita cada día.
Los problemas de Knight, ama de casa en Louisiana, continuaron, pero a diferencia de Wright, ella se sometió a una operación de bypass estomacal, que, según relata, le ha permitido comer de vuelta uno de sus platos favoritos como bocados de pizza o pollo.
“No hay nada en las etiquetas de los medicamentos que advierta específicamente que pueden producir gastroparesia”, sentencian varios galenos, según recoge el medio, en el marco del desarrollo de estudios que ahondan en los efectos que este tendría en personas, enfocados en el desarrollo de la gastroparesia.