Las disculpas de Aquiles Alvarez han levantado nuevamente el avispero, por el presunto significado oculto que tiene su mensaje dirigido a la asambleísta Lucía Jaramillo. Este jueves 20 de febrero, el alcalde de Guayaquil cumplió con la sanción emitida por el Tribunal Contencioso Electoral (TCE) por violencia política de género, que generó rechazo por parte del Observatorio de la Participación Política Mujer.
El caso se originó después de que la legisladora hiciera pública una denuncia contra Álvarez por un presunto tráfico ilegal de combustible. En respuesta, el alcalde arremetió en su defensa y la calificó de "niña vaga", expresión que Jaramillo denunció ante el TCE por considerarla ‘denigrante e insultante’.
Ayer, el organismo electoral ratificó, en segunda y definitiva instancia, la sanción contra el burgomaestre por violencia política de género, debido al uso del término "niña vaga" para referirse a Jaramillo. Como parte de la sanción, Alvarez recibió una multa de 9.660 dólares y la obligación de ofrecer disculpas públicas.
En su cuenta oficial de X, Alvarez aprovechó para ofrecer disculpas públicas a Jaramillo. Sin embargo, en el mensaje también incluyó un escrito en el que, aparentemente, vuelve a utilizar el polémico término.
Cada oración del texto comienza con una letra que, al unirse, forma la frase "niña vaga", a manera de acróstico.
Minutos después, Alvarez también publicó otro mensaje, en el que nuevamente utilizó el adjetivo "vaga", aunque no dirigió su mensaje a nadie en específico:
"!Galileo Galilei: 'Y sin embargo, se mueve'. Aquileo Guayaquilei: 'Y sin embargo, es vaga'", apuntó.
El Observatorio de la Participación Política Mujer se pronunció en torno a las disculpas del Alcalde de Guayaquil, para señalar una presunta "evasión de responsabilidad directa, uso de lenguaje ambiguo y generalización del compromiso".
‘Nuestro compromiso con las mujeres políticas y su derecho a ejercer en entornos libres de violencia sigue siendo una prioridad’, expresaron en su cuenta de X, acompañado de los siguientes cuestionamientos:
Aunque cumple con la resolución judicial, el texto evita una admisión clara del acto de violencia política de género. No se especifica el contenido del mensaje ofensivo ni se reconoce el daño causado.
Se prioriza una narrativa de “malentendidos” o “interpretaciones múltiples” en el debate político, lo que diluye la responsabilidad del agresor y minimiza el impacto de sus declaraciones previas.
El mensaje menciona valores democráticos y respeto mutuo, pero no reconoce explícitamente la violencia política de género como un problema estructural, ni su papel en la reproducción de estereotipos machistas en la política.
Por último, el observatorio criticó que "este tipo de disculpas, aunque obligatorias, muchas veces son utilizadas para cumplir formalmente con una sanción, sin un verdadero acto de reparación ni reconocimiento del daño causado".