El Día Mundial de la Diabetes se celebra cada 14 de noviembre para aumentar la conciencia sobre esta enfermedad que afecta a un gran porcentaje de la población mundial. En Ecuador, se estima que existen 527 mil personas de personas con diabetes tipo 2, de acuerdo a la Federación Internacional de la Diabetes y la cifra llega a 540 millones a nivel mundial, lo que significa que más de un 10.5% de la población mundial de adultos la padece, a lo que se añade un factor muy grave: casi la mitad de ellos no sabe que tiene la enfermedad.
En palabras simples, la diabetes ocurre porque los niveles de glucosa en la sangre están demasiado elevados. En condiciones normales, la insulina, una hormona producida por el páncreas, ayuda al organismo a que la glucosa entre a las células para ser utilizada como energía. Pero si no se produce insulina (diabetes tipo 1) o si no se produce en cantidad suficiente o si no se usa correctamente (diabetes tipo 2) la glucosa se queda en la sangre y no llega a las células.
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La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoimmune en la que el propio organismo empieza a atacar células del páncreas y destruye a las que producen insulina. Aparece generalmente en la niñez y obliga a quienes la padecen a recibir inyecciones de insulina de por vida. A diferencia de este tipo de diabetes, la diabetes tipo 2, sí puede prevenirse o retrasar su aparición en la mayoría de casos.
La tendencia mundial es tratar a los pacientes cuando muestran lo que se conoce como prediabetes, el estado previo a tener diabetes tipo 2, en el que los niveles de azúcar en la sangre son superiores a lo normal pero todavía no llegan a ser lo suficientemente altos como para ser considerados diabetes tipo 2.
La doctora Shirisha Avadhanula, endocrinóloga de la Cleveland Clinic, señala que la intervención temprana es absolutamente clave y que está demostrado que las intervenciones en el estilo de vida pueden ser tan buenas como algunos de los tratamientos diabéticos estándar para evitar la progresión de pre diabetes a diabetes tipo 2.
Aclara que con este esquema se pueden manejar diversos factores de riesgo pero que hay otros relacionados con la genética que no se pueden controlar.
Por otra parte, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, CDC, estiman que el 80% de las personas con prediabetes no saben que la tienen. Por lo que, la doctora Avadhanula recomienda realizar chequeos frecuentes para determinar los niveles de glucosa en sangre, especialmente para quienes tienen obesidad, más de 45 años, un padre biológico o hermano con diabetes tipo 2 y quienes hacen ejercicio menos de 3 veces por semana.
Tomar medidas cuando la persona muestra signos de tener prediabetes es la mejor alternativa para evitar o retrasar la aparición de esta enfermedad que aumenta el riesgo de daño en los ojos, los riñones, los nervios y el corazón.