Una buena carcajada nos hace sentir mejor, por un instante todo lo demás se olvida y solo nos enfocamos lo divertido que es ese momento, pero de acuerdo a numerosos estudios y a la evidencia que han ido recogiendo tanto en pacientes, como de sus familiares y de sus médicos, la risa también tendría un efecto terapéutico.
De acuerdo a la Asociación para el Humor Aplicado y Terapéutico, AATH, la risa disminuye en un 39 por ciento el estrés, un receso dedicado al humor duplica la productividad en las jornadas de trabajo y ver un video divertido mejora la memoria en un 23 por ciento.
AATH es una organización sin fines de lucro que ha reunido investigaciones de las principales universidades e instituciones médicas de los Estados Unidos para fundamentar y difundir la importancia del buen humor y la risa como agentes de cambio positivo en la sociedad. Para impulsar este objetivo, inclusive ofrece cursos en su Academia del Humor donde acuden profesionales que van desde el campo de la salud y bienestar al corporativo, todos en busca de formas de mejorar la vida de las personas y de las instituciones.
LEA: Día Mundial del Síndrome de Sudeck o Síndrome del Dolor Regional Complejo
El buen humor involucra la experiencia cognitiva de encontrar algo que resulta chistoso, la emoción de gozo que provoca y los procesos fisiológicos que se desencadenan con la risa. Por eso, puede decirse que el proceso de escuchar o ver algo gracioso tiene un efecto en el cuerpo, la mente y el espíritu.
La campaña Let’s Win Pancreatic Cancer. (Ganemos al cáncer pancreático) recoge una serie de datos a partir de estudios realizados sobre la relación entre el humor y la recuperación de la salud, incluidos pacientes oncológicos, entre ellos destacan los siguientes beneficios concretos de la risa.