Enfoque

Agricultura de precisión puede mitigar los efectos de El Niño en los cultivos

La agricultura de precisión junto a una nutrición vegetal y la bioestimulación, hace posible que los cultivos resistan mejor los efectos y consecuencias del fenómeno de El Niño.

martes, 3 octubre 2023 - 14:59
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Las predicciones por las consecuencias del fenómeno de El Niño no son nada alentadoras para el Ecuador. Según expertos de la Escuela Politécnica del Litoral (ESPOL), el evento climático llegará al país entre noviembre y diciembre de este año, con picos de precipitación previstos para febrero y marzo de 2024 y la situación climática podría persistir hasta junio del próximo año.

Este fenómeno, originado en el Océano Pacífico, tiene el poder de alterar los patrones climáticos en todo el mundo y si bien afecta a todos, la agricultura es uno de los principales sectores que podría perjudicarse como consecuencia de inundaciones y deslizamientos, especialmente las zonas costeras, como ya ocurrió en 1982 y 1997.

Alexis Villacrés, gerente de agronomía para Yara Ecuador, Perú y Bolivia, comenta que, en momentos de crisis climáticas como el Fenómeno del Niño, la agricultura de precisión se convierte en una herramienta útil para afrontar esta posible eventualidad.

Desde Yara, por ejemplo, se desarrolló el servicio de diagnóstico y monitoreo satelital de cultivos Megalab Plus, una herramienta que brinda un programa integral a la medida de la finca y de la situación, así como seguimiento nutricional y pronósticos del clima, lo que permite planificar la aplicación de fertilizantes edáficos y foliares en el campo, en la medida que las circunstancias lo permitan.

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“El desafío consiste en mantener un cultivo con buen manejo nutricional e inducir factores de resistencia en las plantas para enfrentar condiciones de estrés hídrico. Los análisis precisos de suelo y tejido foliar serán fundamentales como punto de partida para optimizar la productividad y la eficiencia en el uso de los fertilizantes bajo condiciones adversas como los suelos anegados”, detalla.

El especialista señala además que con el aumento de las precipitaciones será clave el fraccionamiento de la fertilización edáfica, la elección de las fuentes, el uso de productos multinutrientes y la inclusión de nutrientes esenciales como el nitrógeno, fósforo, magnesio, potasio, azufre, calcio, zinc y boro, para promover la recuperación de los cultivos y mitigar su impacto en la productividad.

“En condiciones de suelos saturados con poco oxígeno, la fertilización foliar se convierte en una estrategia acertada para suministrar nutrientes por medio de las hojas para estimular procesos fisiológicos importantes, garantizando el funcionamiento metabólico del cultivo”, explica Villacrés.

Durante esta etapa, añade, será necesario implementar programas nutricionales que incorporen sustancias bioestimulantes para promover la resiliencia de las plantas a las condiciones adversas. Elementos como el silicio, vía foliar, por ejemplo, han demostrado que ayudan a la recuperación y activación del cultivo.

Además, se puede intercalar con aplicaciones de extractos de algas, que por su alto contenido de sustancias bioactivas trabajarán en conjunto con los nutrientes para que la planta se mantenga estimulada y fisiológicamente activa.

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