En las afueras de Houston, Sherri Moody, una dedicada maestra de secundaria de 51 años, enfrentó una prueba que cambiaría su vida de manera drástica e inimaginable.
Lo que se convirtió en una pesadilla para Nakita Harden, una mujer del condado inglés de Norfolk, inició tras una noche de bolos junto a su novio, Jordan, en la que no notó nada inusual, salvo un pequeño rasguño en su dedo pulgar.