El promedio de pérdidas diarias ascendió a 55 millones de dólares; la afectación en ventas privadas y en exportaciones superan los 775 millones; mientras que el sector petrolero registró un impacto de 225 millones.
El desarrollo comercial de Cuenca va retomando de a poco su dinámica. Los negocios buscan crecer a través de canales digitales, nuevas tiendas y franquicias.
La capital azuaya es una gran transformadora de materia prima. Su potencial industrial se aprecia en la producción de bebidas, licores, embutidos, cuero, cerámica, electrodomésticos, llantas y muebles.