Los sospechosos recorrieron varias calles del conjunto hasta llegar a una vivienda donde habrían ingresado por la fuerza para llevarse a un miembro de las Fuerzas Armadas.
"¡Por favor, ayúdenme!" gritaba la victima, con la voz entrecortada, mientras miraba temerosamente por encima del hombro. De repente un hombre barbudo se precipitó hacia ella.