Li Jingwei, un joven chino que fue secuestrado cuando tenía cuatro años, se reencontró con su madre biológica gracias a un dibujo de sus recuerdos infantiles, el pasado sábado en la provincia de Yunnan.
Un vecino raptó al entonces niño en una localidad cercana a la ciudad suroccidental de Zhaotong en 1989 y posteriormente fue vendido a una familia que vivía a más de 1.800 kilómetros de distancia, según indica un reporte de BBC Mundo.
Luego de varios años, Li empezó a preguntar a sus padres adoptivos sobre sus orígenes, también consultó en bases de datos de ADN, pero no obtuvo resultados favorables, así que recurrió a Internet.
El joven compartió un video en la red social Douyinun el 24 de diciembre con un dibujo a mano de cómo recordaba el pueblo donde nació.
"Este es un mapa del área de mi hogar que he extraído de memoria" dijo sosteniendo un bosquejo aproximado del pueblo, que incluía un edificio que él creía era su escuela, un bosque de bambú y un pequeño estanque.
De inmediato el video se compartió miles de veces, hasta que finalmente la Policía identificó la localidad así como a una mujer de allí, que había reportado la desaparición de su hijo hace más de tres décadas.
Tras realizarse pruebas de ADN para confirmar sus identidades, ambos lograron reunirse. En imágenes difundidas del reencuentro se observa a Li retirando cuidadosamente la mascarilla de protección anticovid de su madre para examinar su rostro antes de romper a llorar mientras la abrazaba.
"33 años de espera, innumerables noches de anhelo, un mapa dibujado a mano de memoria, y finalmente llegó el momento de la liberación perfecta después de 13 días. Gracias a todos los que me han ayudado a reunirme con mi familia", escribió Li en su perfil de Douyin previo a la reunión.
Y es que en China el rapto de niños es bastante frecuente, pues es una sociedad que valora mucho tener un hijo.
De hecho, BBC Mundo, reporta que en el 2015 se reportó que al menos 20.000 niños eran secuestrados cada año.