Calificado como "hijo predilecto" de la reina Isabel II, el príncipe Andrés fue visto durante años como un playboy y militar valiente, antes de su caída en desgracia hace seis años.
Después de muchos meses de silencio y de mantener el estado de salud de Kate en privado, el príncipe aprovechó su cumpleaños para darle los mejores deseos a su compañera en público.
El rey de Inglaterra sigue desde principios de febrero un tratamiento contra un cáncer, cuya naturaleza no ha querido hacer pública la corona británica.
La cercanía del príncipe Andrés con un supuesto empresario chino, sospechoso de espionaje, es lo que nuevamente relega al polémico Duque de York de participar de las tradicionales festividades navideñas en la residencia real británica.