Según las investigaciones policiales, la droga era introducida en los contenedores en un terreno en las cercanías de Guayaquil, antes de que ingresaran al puerto de Posorja, para ser enviada a Europa.
Entre las pruebas más relevantes presentadas por Fiscalía en la audiencia de juicio, consta el informe pericial antropológico forense, que incluye veintiún fotografías de las víctimas.
La controversia surgió cuando un medio digital advirtió sobre supuestas irregularidades en la adquisición de 31 mil chalecos balísticos, señalados por no cumplir con estándares de calidad.