El alarmante avistamiento devino en numerosas llamadas a la Dirección de Bienestar Animal del Municipio de Guayaquil, que envió a personal para que lleve a cabo acciones investigativas, tras dar aviso a la Policía para que también se movilice.
Al ser cuestionada por las autoridades, la mujer aseguró que expuso el cuerpo sin vida del animal como forma de protesta ante la colocación indiscriminada de veneno para cucarachas por parte del dueño del edificio.
La Dra. Eliana Molineros, directora de Bienestar Animal, explicó a El Universo que se remitió la alerta a la Policía Nacional de forma inmediata porque el caso involucraba varios animales de compañía muertos, además del gato. Sus cadáveres fueron retirados para que, mediante una revisión, se hallen potenciales signos de maltrato.
El Código Orgánico Integral Penal estipula que la sanción por causar la muerte de un animal parte desde seis meses hasta un año de pena privativa de libertad. Mediante la ordenanza municipal, se puede adicionar a este castigo una sanción económica de hasta de siete salarios básicos unificados y 300 horas de trabajo comunitario.