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Los acompañantes secretos de Vicuña

lunes, 10 diciembre 2018 - 12:05
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“El Gobierno, en su lucha frontal contra la corrupción, jamás encubrirá a nadie”. El martes 20 de febrero, en Washington, el diario La Opinión publicaba una extensa entrevista con la entonces vicepresidenta del Ecuador, María Alejandra Vicuña.

La segunda mandataria se encontraba en Estados Unidos para asistir a la reunión por los 90 años de la Comisión Interamericana de la Mujer (CIM). “El Gobierno nacional no persigue a nadie, pero jamás encubrirá a nadie”, le dijo Vicuña a la periodista María Peña. En ella abordaron, entre otros, el tema de la “Cirugía mayor a la corrupción”.

El viaje de Vicuña a Estados Unidos tuvo dos destinos principales: Washington, donde se produjo la cita de la OEA, y Nueva York, donde se reunió con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres. Siete miembros integraban la comitiva vicepresidencial, según registros a los que accedió Vistazo. Los documentos citan la identidad de cada uno de los viajeros, entre asesores, asistentes y edecanes, con una excepción: entre los pasajeros que viajaron el 17 de febrero desde Guayaquil a Miami y luego a Washington, aparece uno identificado como “Acompañante 1”.

Según reportes internos de la Vicepresidencia, “Acompañante 1” es la identificación de Christian Llerena Gutiérrez, pareja de Vicuña, quien como militante de la Revolución Ciudadana fue delegado político en la Gobernación de Guayas, funcionario del Ministerio de la Política y Jefe Político del cantón Guayaquil.

El grupo permaneció en Washington hasta el martes 21 de febrero. Ese día viajó hacia Nueva York, donde les esperaba una reservación en el Millennium Hilton, ubicado frente a la sede principal de Naciones Unidas, en Manhattan. Para entonces, a la comitiva se sumó otro personaje incógnito: “Acompañante 2”, que en datos de la Vicepresidencia se refiere a la hija de Vicuña.

Vicuña asumió sus funciones oficiales de Vicepresidenta el 6 de enero, al ser escogida de la terna que envió el Ejecutivo al Parlamento. Desde octubre, cuando Jorge Glas fue detenido, venía actuando como encargada. En sus primeros viajes oficiales se detallaban los nombres de su comitiva, pero cuando en redes sociales se cuestionó que miembros de su entorno privado usaran recursos públicos en los periplos, el despacho vicepresidencial optó por omitirlos.

Entre reuniones con la cónsul Linda Machuca, otros delegados diplomáticos, almuerzos con migrantes, becarios y emprendedores ecuatorianos en Estados Unidos, el periplo se prolongó hasta el sábado 24 de febrero. En el vuelo comercial a Miami, la comitiva de 9 pasajeros incluye a “Acompañante 1” y “Acompañante 2”. El vuelo arribó casi a las once de la noche al aeropuerto de Guayaquil.

Al revisar los tres primeros meses de gestión de Vicuña frente a la Vicepresidencia de la República, se advierte que nunca permaneció más de 72 horas en Quito. Entre el 6 de enero –fecha en que asumió como Vicepresidenta nombrada por el Legislativo- y el 18 de febrero, fecha del viaje a EEUU, la entonces Vicepresidenta tomó vuelos internos en 36 ocasiones. La mayoría de desplazamientos se realizó entre Quito y Guayaquil. Los viajes se intensificaron a mediados de enero, conforme se acercaba la fecha de la consulta popular del 4 de febrero.

Esa primera semana de febrero fue intensa para Vicuña. El viernes 2 se encontraba en Guayaquil pero el sábado 3 tomó el avión de Petroamazonas con siete miembros de su comitiva hacia Quito. Al día siguiente, que era el día de la consulta, viajó en vuelo logístico a Guayaquil a las 08h00, votó, y tomó otra vez el vuelo logístico hacia Quito, a las 14h30. Para el lunes 5 de febrero, en el avión Falcon 7 viajó junto con su edecán hacia Guayaquil, donde permaneció 48 horas, antes de regresar a Quito. Ese viaje se realizó en el avión Falcon, con 4 personas. Al día siguiente volvió a Guayaquil.

Cumplida la consulta, la Vicepresidenta siguió con su agenda repartida entre las principales ciudades.

Todo iba bien hasta mediados de noviembre, cuando una excoidearia (la exasambleísta Sofía Espín) habría amenazado con hacer pública la declaración juramentada de un excolaborador de su despacho legislativo. En ese documento, el exasesor afirma que Vicuña como legisladora cobró pagos indebidos.

Esa misma semana, la Vice cayó en desgracia. Se encontraba en Guayaquil y fue llamada de urgencia a Quito para una reunión con tres delegados de la Presidencia, que le pidieron tomar una licencia mientras se aclaraban las denuncias. Vicuña no accedió. Pero días más tarde presentó su renuncia, que el Parlamento acogió con 94 votos.

Tras la denuncia, Vicuña perdió acceso directo a vuelos. Para el viaje crucial a Quito no tuvo otro remedio que usar la aerolínea doméstica, que se atrasó en su itinerario. Así, quedaron atrás sus días como pasajera VIP. Y como vicepresidenta.

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