En Cincinatti, ciudad de Estados Unidos, el pasado 2 de marzo, la vida dentro del hogar de la familia Carr transcurría con normalidad, hasta que un desgarrador grito petrificó a todos e impulsó a Joshua Carr a correr en busca de su hijo.
Al llegar a su cuarto, se quedó paralizado por unos segundos debido a la escena. El perro de su vecino, que estaban cuidando temporalmente dentro de la casa, había aferrado sus fauces al brazo de su hijo, Xavier.
El niño de apenas tres años de edad hizo muecas de agonía mientras que el hombre, con toda su fuerza, forzó al can a soltar la extremidad, logrando separarlo y aislándolo de inmediato.
No obstante, cuando regresó, se dio cuenta de que el daño que el animal le había causado a su pequeño era muy grave. Xavier yacía en el suelo gravemente herido y con la mirada perdida, según relató Joshua a The Mirror.
Tras llamar a los servicios de emergencia, el hombre supo que, dada la profundidad de las heridas y la cantidad de sangre que emanaba de ellas, tenía que hacer algo para evitar que su hijo perdiera la vida antes de llegar al hospital.
"Tan cliché como suena, inmediatamente pensé en Grey's Anatomy (popular drama médico de TV) y me quité el cinturón para amarrarlo sobre su brazo y parar el sangrado", comentó Joshua al medio referido.
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La ambulancia llegó cuando el niño seguía consciente y rápidamente fue trasladado al hospital, en el que fue estabilizado. La madre de Xavier recuerda que su brazo pendía de solo dos capas de músculo.
En la sala de espera de la zona de emergencias en el hospital, un doctor se acercó a la familia para informarles que el niño iba a tener que someterse a varias cirugías para reconectar el brazo a su cuerpo.
Segundos después, el galeno observó a Joshua para decirle que, con mucha probabilidad, su maniobra con el cinturón le salvó la vida a su hijo debido a que disminuyó la pérdida de sangre en gran medida.
"Xavier lidiará con está tragedia por le resto de su vida", escribieron sus familiares en una página de GoFundMe, creada para recibir donaciones de personas que quieran aportar en los gastos médicos, que ascienden hasta 25 mil dólares.
Por otro lado, el perro que agredió al niño fue sacrificado, según acotó The Mirror.