"Un ataque nuclear de Corea del Norte contra Estados Unidos o sus aliados es inaceptable y resultará en el fin de cualquier régimen que perpetúe esa acción", dijo en una rueda de prensa en la Casa Blanca junto a su homólogo surcoreano, Yoon Suk-yeol.
Biden y Yoon firmaron este miércoles un acuerdo para estrechar su cooperación militar frente a Corea del Norte y permitir que un submarino estadounidense con armas nucleares atraque en la península coreana por primera vez en 40 años.
El pacto, conocido como la Declaración de Washington, incluye la creación de un mecanismo de consulta bilateral que hará que Corea del Sur pueda participar activamente en los planes de EE.UU. para responder a cualquier incidente nuclear en la región, incluido un hipotético ataque norcoreano.
El acuerdo, sin embargo, no contempla el despliegue de ojivas nucleares en la península, enfatizó Biden durante la rueda de prensa.
Estados Unidos retiró las últimas ojivas nucleares que tenía en la península coreana en 1991, cuando las dos Coreas se comprometieron en una declaración conjunta a no producir ni desplegar armas nucleares, un acuerdo que Pionyang ha violado repetidamente.
Durante la Guerra Fría, en la década de 1970, submarinos nucleares de EE.UU. visitaban con frecuencia los puertos surcoreanos, hasta dos o tres veces al mes, pero dejaron de hacerlo en la década siguiente, según la Federación de Científicos Estadounidenses.
En términos generales, el acuerdo busca tranquilar a Seúl ante el avance del programa nuclear de Corea del Norte y después de la turbulenta presidencia de Donald Trump (2017-2021), que amenazó con retirar las tropas estadounidenses de Corea del Sur.
Corea del Norte ha rechazado las ofertas de EE.UU. y Corea del Sur para retomar el diálogo y ha realizado un número récord de pruebas de armas en el último bienio, llegando incluso a experimentar con misiles balístico intercontinentales (ICBM) que podrían alcanzar ciudades estadounidenses.