Al menos 492 personas, "entre ellas 35 niños y 58 mujeres" murieron en los bombardeos de este lunes en el sur y el este de Líbano, y otras 1.645 resultaron heridas.
Tras casi siete meses de guerra, los habitantes de Rafah celebraron el anuncio de Hamás en las calles, entre lágrimas de felicidad, cánticos de "Allahu Akbar" ("Dios es el más grande") y disparos.