POR ROBERTO ESTRADA
En tiempos de cuarentena, las alternativas de esparcimiento han estado limitadas a ver películas a través de distintas plataformas digitales. Es así como casualmente llegué a una de origen español, cuyo nombre es el título de este artículo, en la que el protagonista, víctima de una enfermedad terminal, tiene una segunda oportunidad en la vida para cumplir algunos objetivos que habían quedado pendientes y así completar el círculo antes que sea muy tarde.
Nuestras expectativas de vida están aumentando. Se estima que una persona que nazca en este momento podría fácilmente vivir más de 100 años. Eso sumado a nuestra mejor disposición a tener vidas saludables, con actividad física plena y alimentación que cada vez tiene mejores componentes, nos daría la posibilidad de que a futuro nuestra vejez sea muy distinta a la que actualmente conocemos.
¿Qué implicaciones tendría eso en nuestras carreras profesionales? Si vamos a vivir normalmente 100 años o más, entonces apenas estaríamos consolidando nuestra trayectoria quizás alrededor de los 70 u 80 años. Esto implicaría que, por ejemplo, la carrera profesional que estudiamos 60 años atrás en la universidad o la maestría que hicimos 50 años antes, a esas alturas estarían completamente obsoletas.
Esto sin considerar todas las afectaciones que esta realidad traería para los sistemas de pensiones y seguridad social, de por sí ya maltrechos en nuestro país, así como en otras partes del mundo. De hecho, el Foro Económico Mundial ha pedido a las economías avanzadas, que aumenten la edad de jubilación de cara al 2050.
Por lo tanto, estudiar para aprender y luego desaprender, para nuevamente incorporar conocimientos, se constituirá en un bucle continuo imprescindible para mantener nuestra “empleabilidad” a lo largo de los años. Según un estudio reciente, alrededor del 64 por ciento de empresas en el Ecuador estiman que en los próximos tres años sus colaboradores deberán renovar sus conocimientos. Si esto es lo que ocurre actualmente, imaginemos en un futuro cómo será la aceleración de ese cambio y seguramente lo que vi en aquella película, se quedará corto, ya que lo común será que tengamos que “vivir más de dos veces” a lo largo de nuestras vidas profesionales.