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Ciencia

¿Por qué deberíamos vacunarnos contra la COVID-19? Científicos dan respuestas

Todo se debe a las células B de memoria que se alojan en la médula ósea.

jueves, 27 mayo 2021 - 13:33
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Dos estudios publicados en las revistas científicas Nature y BioRxiv indican que la inmunidad al coronavirus duraría al menos un año y mejoraría con el tiempo, especialmente después de la vacunación. Los hallazgos sostienen que la mayoría de personas que se recuperaron de covid-19 y fueron inmunizadas no necesitarán refuerzos.

No obstante, la investigación señaló que las personas que no se contagiaron sí necesitarán la vacunación periódica, así como el pequeño porcentaje de las que enfermaron y no generaron una respuesta inmune sólida.

CÉLULAS CON MEMORIA

La buena noticia se debe a que las células conservan una memoria del virus y persisten en la médula ósea, por lo que pueden producir anticuerpos cuando sea necesario. El estudio de BioRvix llamó a estas ‘células B de memoria’ y añadió que continúan madurando y fortaleciéndose durante al menos 12 meses después de la infección inicial.

De acuerdo el inmunólogo de la Universidad de Pensilvania, Scott Hensley, estas investigaciones (de las que no fue parte), son parte del creciente número de documentos que sugieren que la inmunidad provocada por la infección y la vacunación contra el SARS-CoV-2 parece ser de larga duración.

El temor de los expertos radica, sobre todo, en que la inmunidad al nuevo coronavirus sea transitoria, como la de sus hermanos, los coronavirus comunes. Sin embargo, Hensley indicó que los estudios han probado que las mutaciones del SARS-CoV-2 no han sido tan significativas como para que el sistema inmune no las reconozca.

$!Dos estudios concluyeron que la respuesta inmune de los vacunados que se enfermaron previamente sería mayor.

“La razón por la que nos infectamos con coronavirus comunes repetidamente a lo largo de la vida podría tener mucho más que ver con la variación de estos virus que con la inmunidad”, dijo.

El inmunólogo de la Universidad Rockefeller en Nueva York y director de uno de los estudios, Michel Nussenzweig dijo en una entrevista con Infoabe que “las personas que se infectaron y se vacunaron realmente tienen una respuesta excelente, un conjunto excelente de anticuerpos, porque continúan desarrollando sus anticuerpos”.

No obstante, agregó que es posible que esta respuesta no sea la misma en las personas cuya respuesta inmune se basa solo en la vacuna, por lo que las personas que no han tenido covid-19 y han sido inmunizadas necesitarían una dosis de refuerzo.

LOS ESTUDIOS

Las células B producen grandes cantidades de anticuerpos cuando se encuentran con un virus. Una vez resuelta la infección, una pequeña porción se instala en la médula ósea y desde ahí bombea constantemente anticuerpos.

Uno de los estudios quiso probar aquello y analizó la sangre de 77 personas en intervalos de tres meses justo después de enfermarse. Seis de ellos enfermaron gravemente y fueron trasladados a emergencia, y el resto experimentó síntomas leves. Sin embargo, cuatro meses después los anticuerpos de estas personas empezaron a disminuir rápidamente y siguieron perdiéndolos conforme pasaba el tiempo.

Esta respuesta se esperaba, porque si la sangre tuviera grandes cantidades de anticuerpos para todas las enfermedades, se convertiría en una especie de lodo. Mientras tanto, las células B de memoria permanecen inactivas en la médula ósea, listas para actuar cuando sea necesario.

$!Las investigaciones recabaron información sobre los efectos de las vacunas Moderna o Pfizer-BioNTech.

Se tomó entonces muestra de la médula ósea de 19 personas siete meses después de haber sido infectadas. 15 tenían células B detectables, que se mantuvieron así incluso cuatro meses después.

Otro estudio tomó muestras de las médulas de 63 personas que se habían recuperado del covid-19 un año antes y de las cuales 26 ya habían recibido al menos una dosis de la vacuna Moderna o Pfizer-BioNTech. La investigación descubrió los anticuerpos neutralizantes de este último grupo permanecieron iguales entre seis y 12 meses, mientras que las células B de memoria continuaron evolucionando. Además, los anticuerpos que produjeron pudieron de neutralizar un grupo aún más amplio de variantes.

Así, la actividad neutralizante en los no vacunados fue menor contra todas las formas del virus, especialmente la variante sudafricana.

Los expertos creen que luchar contra un virus vivo es diferente a responder a una sola proteína viral introducida por una vacuna. Además, la respuesta inmune inicial en los que fueron infectados con el covid-19 tuvo tiempo de madurar entre seis y 12 meses antes de ser desafiada por la vacuna.

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