Los bioestimulantes podrían impulsar la producción en el agro
Los bioestimulantes surgen como respuesta a cómo producir más con los recursos que ya tenemos, contrarrestando de esta manera la crisis alimentaria.
La llegada del Fenómeno de El Niño, prevista para este 15 de noviembre, podría generar una pérdida económica aproximada de 1.800 millones de dólares para el sector agrícola, según estimaciones de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos. Se prevé que las condiciones climáticas pueden poner en riesgo la salud y productividad de los cultivos.
Aumentar la productividad y la competitividad de los cultivos es un reto constante para el agro ecuatoriano. Los eventos climáticos, inundaciones, exceso de humedad, enfermedades y plagas, ya han producido pérdidas importantes durante el primer trimestre de este año, las intensas lluvias, por ejemplo, causaron déficit económico que, según las cámaras productivas, podría alcanzar los 200 millones de dólares.
Una de las alternativas para enfrentar estos desafíos, señala el gerente de Agronomía de Yara Ecuador, Alexis Villacrés, son los bioestimulantes. La bioestimulación es un conjunto de prácticas y técnicas utilizadas en la agricultura para mejorar el crecimiento, desarrollo y rendimiento de las plantas a través de la aplicación de sustancias.
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Estos productos estimulan procesos metabólicos y fisiológicos en las plantas sin ser nutrientes o pesticidas. Algunos de estos productos incluyen extractos de algas, aminoácidos, ácidos húmicos y fúlvicos, microorganismos y otros compuestos orgánicos.
Entre sus beneficios están: aumentar la tolerancia al estrés; mejorar la eficiencia en el uso de recursos para producir más alimento con la misma cantidad de recursos, así como de la calidad de los cultivos.
Villacrés resalta que los bioestimulantes no reemplazan la nutrición, si no que la complementan al mejorar la absorción de nutrientes y la respuesta de las plantas a las condiciones cambiantes del entorno.
Recientemente, Yara Ecuador lanzó dos bioestimulantes que permitirán que la planta tenga mayor resiliencia al estrés abiótico y concentre su energía en crecer, florecer y producir. “Estará al alcance de los agricultores ecuatorianos para mitigar los efectos e impactos que puede tener el exceso de lluvias en los cultivos”, asegura.
Los bioestimulantes pueden desempeñar un papel crucial en la adaptación de los cultivos de banano, flores, cacao, maíz y arroz ante las amenazas a las que se enfrenta el agro en el país.
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