El planeta nos ha demostrado de distintas formas que ya no soporta más el modelo económico lineal: extraer, producir y desechar. Este comportamiento es el gran responsable del cambio climático y el agotamiento de los recursos.
El Foro Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) advierte que, si no se cambia esta forma de producir, hasta el 2050 la humanidad consumirá el equivalente a los recursos naturales de tres planetas como la Tierra.
La economía circular ofrece hoy la respuesta no solo para reducir el consumo de recursos naturales, sino también una oportunidad de desarrollo, tanto para la creación de nuevas actividades económicas como para la transformación de las existentes.
Este modelo de producción cambia la forma en que diseñamos, producimos y consumimos. Se basa en tres principios: eliminar residuos y contaminación, mantener productos y materiales en uso, y regenerar sistemas naturales.
Las Naciones Unidas señala que si a nivel global se cambia la forma de producir y utilizar los recursos se podría llegar a reducir para el 2050 hasta en un 40 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de las industrias.
La economía circular también ofrece oportunidades de creación de valor a nivel industrial y una mayor generación de plazas de trabajo en diferentes partes del mundo.
Ecuador también camina hacia este modelo. Por ello, el país cuenta desde el 2021 con una Ley Orgánica de Economía Circular Inclusiva que establece mecanismos orientados a implementar principios de ecodiseño, producción y consumo sostenible.
Desde el Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica se otorgan incentivos fiscales para el cálculo de la base imponible del impuesto a la renta a las empresas que cuenten con programas, fondos y/o proyectos de prevención, protección, restauración y reparación ambiental.
Se estima que el país tiene un gran potencial para la reutilización de los residuos. En el 2022, se generaron cerca de 5,1 millones de toneladas de desechos, 59,6 por ciento correspondió a orgánicos y 40,4 por ciento a inorgánicos. Solo en productos elaborados con resinas plásticas se desecharon 1.300 toneladas diarias en este periodo.
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Miriam Orbea, directora ejecutiva del Centro Ecuatoriano de Eficiencia de Recursos (CEER), señala que a nivel nacional se han desarrollado iniciativas circulares tanto desde el lado público como privado.
En este último, las empresas han dado énfasis al uso de residuos como materia prima, así como a la simbiosis industrial, el aprovechamiento energético de los residuos y la biomasa; y la eficiencia energética y de uso de agua.
“Estas acciones han permitido generar nuevos negocios como el reúso de residuos en los procesos productivos, rompiendo paradigmas y extendiendo el tiempo de vida de los productos y materiales”, manifiesta.
Entre los proyectos de economía circular se destacan el de Arca Continental junto a la Federación Red Nacional de Recicladores del Ecuador, con el que desarrolló un sistema de recolección de botellas plásticas usadas para fabricar nueva materia prima para sus envases.
Novacero, por su parte, implementó la sensorización y un software vinculado a la línea de circulación de lubricantes para predecir contaminación ferrosa y alargar la vida útil de este insumo.
Por otro lado, Tetra Pak genera y apoya iniciativas con sus clientes y aliados, para fortalecer la cadena de reciclaje y transformación de sus envases posconsumo en materiales para la construcción como estructuras para vivienda (paredes, techos pisos), mobiliario urbano e hilo de polialuminio (para tejer muebles). En el 2023 alcanzó una tasa de reciclaje de envases posconsumo del 29 por ciento, equivalente a 184 millones de envases de Tetra Pak recuperados.
Así también, la constructora PMJ Arquitectos implementó el primer plan habitacional circular en Ecuador, el cual integra el uso de energías limpias, gestión de residuos sólidos y planificación de la energía consumida en la infraestructura.
Este año, cuenta Orbea, se lanzó la plataforma Ecuador Circular con la que se pretende crear un espacio de información y participación del sector industrial y PYMES (pequeñas y medianas empresas).
Además, se publicó la Certificación Ecuatoriana Punto Verde Circular, para incentivar a los sectores estratégicos en la implementación del uso eficiente de los recursos, buenas prácticas ambientales sostenibles y procesos de producción más limpia, una muestra que el Ecuador está alineado a ser más sostenible.
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