Los temblores son frecuentes en Papúa Nueva Guinea, situada en una zona de intensa actividad sísmica que afecta el sudeste asiático y el Océano pacífico.
Las autoridades indican que un centenar de obreros quedó atrapado en la masa de escombros y metal retorcido en el que se convirtió la torre en construcción.
En esta década Birmania ya había padecido terremotos de elevada magnitud pero sin víctimas. Solo en 2023, sufrió un sismo de magnitud 5,4 en junio y otro de 5,7 en noviembre.
Desde el primer sismo, en la noche del 31 de enero de 2025, hasta la mañana del sábado 1 de febrero; el Instituto Geofísico ha reportado la continuidad de la actividad sísmica.