La capital azuaya registra 105 días de sequía hidrológica. Esto quiere decir, que sus cuatro ríos tienen caudales por debajo del promedio. Esto ha provocado cortes de electricidad de 14 horas diarias.
Desde 1986, una iniciativa española trabaja para dotar de agua potable y capacitar a comunidades rurales que tienen problemas de desnutrición y pobreza.