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Ruth del Salto: el arte de informar desde Colombia

domingo, 21 noviembre 2021 - 16:10
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Ruth del Salto estuvo a mediados de octubre en Guayaquil. Han pasado 10 años desde nuestra última entrevista. Ya está casada y tiene dos hijos nacidos en Colombia. La exanchor de Ecuavisa se ve radiante, segura y su transparencia es total al momento de contestar preguntas.

Al hablar de la pandemia me confiesa que su padre se enfermó de COVID en marzo del año pasado y que después de superarlo sufrió una dolorosa depresión. Estaba solo en Guayaquil y Ruth tuvo que esperar siete meses para verlo.

“El aeropuerto de Bogotá estaba cerrado, tomé un vuelo humanitario. Mi papi había bajado 25 kilos y nunca se levantó del sofá donde se acostó después de vencer el COVID. Pasé un mes con él, en la casa donde crecí en el centro de Guayaquil. Era agosto, conversábamos en las tardes. Fueron momentos muy bonitos", recuerda Ruth.

"Luego me regresé a Colombia por vía terrestre en septiembre y logré convencer a mi papá que vaya a Colombia cuando se vuelva a abrir el aeropuerto. En noviembre tomó un vuelo con una de mis mejores amigas. El 30 de ese mes lo llevé al mejor médico clínico y a la salida, en el parqueadero del hospital, le dio un infarto y se murió en mis brazos. Él me esperó para morir, fue un gesto de amor y generosidad”, rememora la periodista guayaquileña.

De este episodio, la madre de Máximo y Alegra se queda con la imagen de un padre amiguero y apasionado. “Mi papi quedó viudo hace 11 años y cuando me hicieron la propuesta de NTN24 me dijo que vaya, aproveche, que siempre iba a estar cerca. Nunca dejó de ser optimista y activo. Jugaba tenis, tomaba café entre amigos, iba al cine. Todos los días tenía planes, pero la depresión lo cambió radicalmente”, expresa.

De Ecuavisa a NTN24

De alguna manera, Ruth estaba predestinada a ser periodista. “En mi casa se consumía periódicos para hacer lectura comprensiva. Mi madre siempre abordaba un tema de coyuntura en la mesa y desde muy niña me sentí partícipe de la historia política y social de mi país y del mundo”, detalla Ruth, quien no se perdía “El show de Bernard” a la hora del almuerzo.

Tenía 20 años cuando ingresó a Ecuavisa para hacer prácticas. Había estudiado Periodismo, pero no tenía idea de lo que significaba el oficio. “Trabajé en producción, luego en reportería y terminé presentando el noticiero. Ahora soy periodista de set, pero sí tengo claro que los periodistas crecen y se hacen en la calle”, comenta la exanchor de Ecuavisa, quien dejó el canal después de ser presentadora en los espacios de Televistazo, Contacto Directo, Contacto al Amanecer y Contacto en la Comunidad.

De sus binomios solo le queda gratitud y enseñanza. “Mi binomio de siempre fue Andrés Jungbluth. Era mi compañero de la universidad y a los 17 años nos habíamos prometido presentar un noticiero juntos. Estuve también con Carlos Vera, una memoria y un entrevistador impresionante. Otro fue Carlos Luis Morales. Un tipo tan agradable, contagiaba a todos por su simpatía. Mi afecto es superior a cualquier cosa que se haya podido indagar después”, concluye.

Nuevos proyectos

Desde el primero de octubre, Ruth forma parte del equipo directivo del canal internacional de noticias, NTN24, asumiendo el cargo de directora de Programas Unitarios. Es directora y conductora de los programas "Ángulo", “Somos el vértice que genera la noticia” y, Club de prensa Ecuador.

“Seré quien modere este espacio permanente con los periodistas y columnistas más destacados de los medios de comunicación del Ecuador”, asegura la periodista, quien analizará los asuntos coyunturales del país.

Después de una década en Colombia, Ruth trabaja sin teleprónter y no se obsesiona con los gajes del oficio. “No importa equivocarse, sino demostrar seguridad. Corregir no es señal de debilidad”, comenta la periodista, cuyo canal en el que trabaja es competencia de CNN en español.

“Después de la pandemia hay menos recursos, éramos 12, ahora somos seis, a veces cuatro, pero la calidad sigue igual, tenemos un gran equipo humano”, resume una de nuestras mejores periodistas de exportación.

“Con la pandemia quedó claro que la vida es efímera. Tenía mucha admiración por Pau Donés (del grupo de rock español Jarabe de palo) y me quedo con una de las frases que repetía mientras luchaba contra el cáncer: 'la vida son cuatro días y tres pasaron ya'”.

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