La Policía Nacional incorporó esta semana a 8.500 nuevos agentes para incrementar su personal a cerca de 60.000 con miras a frenar la crisis de seguridad en la que se ha visto envuelto el país por el auge de la delincuencia y del crimen organizado.
Un contingente de más de 8.500 agentes se incorporaron este viernes a la Policía en una ceremonia celebrada en el estadio Alberto Spencer, en Guayaquil.
El acto estuvo encabezado por el presidente Guillermo Lasso, quien recordó que al iniciar su mandato había 51.000 policías, y que espera que en noviembre de este año sean 65.000 agentes en servicio a nivel nacional.
De su lado, el comandante general de la Policía, Fausto Salinas, destacó que los uniformados que se incorporan a las filas institucionales pasaron por un riguroso proceso de selección en el que participaron alrededor de 140.000 aspirantes.
El ministro del Interior, Juan Zapata, agregó que los policías actuarán con contundencia frente a la inseguridad e indicó que ingresarán a un exigente proceso de reentrenamiento en combate cerrado con armas cortas y largas.
Además, el funcionario presentó un nueva convocatoria para preparar nuevos agentes. Para noviembre tiene previsto graduar a 7.300 uniformados.
El incremento del número de policías es una de las medidas emprendidas por el Gobierno Nacional para aplacar la inseguridad, en paralelo a la aprobación de un reglamento para el uso progresivo y legítimo de la fuerza, que permite a los agentes usar sus armas contra delincuentes en flagrancia.