La joven de 22 años reemplazó a Lalela Mswane de Sudáfrica, otrora reina, tras imponerse en la última fase de la competición ante las representantes de Brasil, Filipinas, Reino Unido y Vietnam, quienes, junto a ella, integraron el Top 5 del certamen.
"Vengo de una ciudad mágica de la costa de Ecuador. Soy hija única y crecí con una familia amorosa que siempre me dijo que persiga mis sueños", comentó Andrea durante el inicio del concurso, en su entrevista de presentación.
Para conseguir la corona, la exreina de Ventanas, una ciudad ubicada en Los Ríos, modeló junto a más de 60 representantes provenientes de África, Asia, América, Caribe y Europa, luciendo al inicio un traje típico de Ecuador que simulaba una mariposa en un tono azul lavanda.
A medida que avanzaba por las fases del concurso, exponía más atuendos ante el público y jueces, tales como un vestido negro de tirantes de corte midi y un traje de baño amarillo de dos piezas con bordes corrugados.
En la segunda ronda de preguntas, a vísperas de la final de la competición, tras lucir un vestido rojo con tirantes que tenía una apertura por la que se vislumbraba su ombligo decorado, Andrea contestó ante la pregunta de qué la haría una buena embajadora de la organización.
La modelo contestó que crearía una fundación para madres solteras trabajadoras. Previo a ello reveló que creció admirando a su progenitora porque la crió por su cuenta, lo cual, según ella, la convirtió en una mujer más independiente.
De frente a la primera finalista, Pauline Amelinckx, Andrea escuchó su nombre cuando revelaron a la ganadora y quedó asombrada, expresando una enorme alegría. Segundos después, portaba la corona del concurso y la cinta reservada para la nueva Miss Supranational 2023.