Karime Borja, exreina de Guayaquil, se despidió con profundo dolor de su hijo Mateo Lapo, quien falleció el 17 de septiembre tras sufrir una grave lesión cerebral.
En una emotiva ceremonia realizada este 19 de septiembre en el muelle del Parque Histórico Samborondón, familiares y amigos se vistieron de blanco como símbolo de respeto y amor. El acto fue transmitido en vivo a través de la cuenta de Instagram del pequeño, permitiendo que quienes no pudieron asistir también fueran parte de este homenaje póstumo.
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"Gracias, Mateo, por escogerme como tu mamá. Si me dieran a elegir, con accidente y todo, te elegiría mil veces más sin pensarlo. Si tuviera que repetir la historia, lo haría", expresó Karime, recordando con ternura los momentos compartidos: "Esos nueve meses que te tuve en mi vientre y los dos años donde pude vivirte, escucharte, sentirte... No los cambio por nada".
La exreina recordó cómo la maternidad la transformó. "Me enseñaste a cambiar un primer día de escuela por un primer día de terapia, un diploma por doce horas sin respirador, y un 'te amo' por una mirada dulce y sublime como las que me dabas".
A pesar de su dolor, Karime destacó la conexión inquebrantable que siempre tendrá con Mateo.
Una vez hablé con mi psiquiatra y le dije: "Si Mateo se va, me muero". Ella me respondió: "Pero él siempre vivirá en ti". Así comencé a entender que Mateo siempre será una parte de mí. Estaremos conectados hasta el final de nuestros días, por eso siempre hablaré de ti en presente.
En su emotivo discurso, Karime compartió las últimas palabras que le dirigió a su hijo: "Hasta aquí nos trajo la vida mi amor. Te amo con toda mi alma, se feliz, ya es hora de descansar. La mami y el papi va a estar bien, ya lo diste todo. Ve a seguir siendo feliz en el cielo y háblale bien a Dios de mi. Te amo y quiero que te vayas con la convicción de que vamos a estar bien".
Mateo sufrió un accidente en 2021 que lo dejó con una discapacidad del 90% tras caer a una piscina y estar sin signos vitales durante quince minutos. A pesar de la tragedia, Karime siempre mantuvo la esperanza y el amor por su hijo, quien la enseñó a encontrar la felicidad en los momentos más desafiantes.
"El momento en que su corazón dejó de latir, el cual pude escuchar por última vez, así como lo escuché la primera vez en el eco, solo le dije: 'Ya mi amor, ya todo está bien', aunque yo estaba partida en dos".