A estas conclusiones llegó un estudio global realizado por la consultora española LLYC, denominado ‘Mujeres sin nombre’. El documento aclara que aunque hay avances en la presencia y tratamiento de las mujeres en medios, aún hay desafíos pendientes.
Actualmente, en el caso de las mujeres no basta con ser buena, sino que se debe ser excepcional.
Usualmente, el referente de mujer que reflejan los medios es de éxito y excepcionalidad. Las noticias sobre mujeres políticas, por ejemplo, destacan un 50% más sus aciertos y minimizan sus errores en comparación con los dirigentes masculinos.
Esto acentúa el síndrome de la impostora y del 'burnout' en aquellas mujeres que se plantean tener mayor exposición y visibilidad.
Un equipo de Deep Digital Business de la consultora buscó en más de 14 millones de noticias del último año con mención explícita al género, y acudió a más de 78.000 fuentes de información en 12 países, incluido Ecuador.
Los investigadores determinaron que la mujer está infrarrepresentada, puesto que hay 2,5 más noticias sobre hombres que sobre mujeres en los medios. El dato refuerza la hipótesis, planteada en innumerables ocasiones, de esa mayor presencia masculina en el imaginario colectivo.
Otro hallazgo es que la mención explícita al género es 2,3 veces más frecuente en el caso de las mujeres que en el de los hombres. El estudio bautizó este fenómeno como el “apellido femenino”.
Por ejemplo, usualmente los medios escriben así: “Una mujer podría ser la nueva presidenta de Estados Unidos”, en lugar de “Nombre + apellido real, firme candidata a la presidencia de Estados Unidos”.
Esta característica se evidenció sobre todo cuando se hablaba de talento, liderazgo o deporte; como si al no incluir tras estas grandes temáticas la palabra “femenino”, por defecto, no se las estuviera tomando en cuenta.
El documento específica que el nombre propio de las mujeres aparece en general un 21% menos en los titulares que el de los hombres y su nombre propio se muestra un 40% menos que el de los hombres en los titulares de las temáticas más relevantes. Es decir, el lector se sienta frente a noticias de mujeres sin nombre.
También preocupa saber que, en la mayoría de países del mundo, los hombres firman un 50% más de noticias que las mujeres. Generalmente, esto sucede en temas asociados a economía, política, tecnología y deporte. Mientras que la presencia femenina es constante en cultura, salud o sociedad.
La investigación menciona que República Dominicana es la nación con más desigualdad en este ámbito. Mientras que en Portugal y Ecuador la brecha es mucho menor, siendo Portugal el país donde hombres y mujeres firman noticias prácticamente por igual. Mientras que Colombia es el único país en donde existen más mujeres que hombres firmando noticias en 5 de las 8 secciones analizadas.
Esta problemática se traslada a los puestos jerárquicos que ocupan las mujeres en los medios de comunicación. De acuerdo con el Instituto Reuters, hay menos mujeres que lideran que las que ejercen la profesión.
Concretamente, apenas el 21% de los puestos jerárquicos pertenecientes a los 12 mercados analizados por Reuters corresponden a mujeres, pese a que ellas representan el 40% de los profesionales ejerciendo el periodismo.
Las mujeres siguen siendo relacionadas con su familia al momento de redactar una noticia. Se menciona un 36% más a la familia en reportajes sobre mujeres y hay un impactante 366% más de menciones a la familia en noticias sobre empresas asociadas a la mujer que el hombre.
También llama la atención que existe una doble victimización en la cobertura de violencia machista. El nombre de las mujeres aparece un 21% menos en titulares.
La imagen todavía pesa al momento de describir a una mujer. El estudio de LLYC recalca que la forma en que luce una mujer se refleja en 1 de cada 25 noticias sobre mujeres, un 20% más que cuando las noticias hablan de un hombre.
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