Las exportaciones de café aumentaron en época de encierro
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Si bien la pandemia provocó la caída de ciertas industrias; otras salieron beneficiadas del encierro. Entre esas se encuentra la del café ecuatoriano. Este producto de exportación ha venido en picada desde hace tres décadas, pero los últimos cinco años se ha atenuado, según las cifras de la Asociación Nacional de Exportadores de Café (ANECAFÉ). Sin embargo, su presidente, Vinicio Dávila, reconoció que la pandemia les significó una oportunidad para mejorar su producción.
“La gente consumía más café en época de cuarentena. Se doblaron los pedidos y tuvimos que adelantar embarques”, indicó Dávila. Los principales mercados a los que se destina el café ecuatoriano se ubican en Europa a países como Alemania, Rusia, Polonia y Turquía. En estos países, el consumo anual per cápita ronda los 12 kilos de café. El promedio de Ecuador no alcanza a un kilo. Pero esto les significará una mejora en las exportaciones de entre el 10% y 20% para este año.
A pesar de que Ecuador no se ubica entre los principales exportadores de café del mundo, la producción local presenta características que son reconocidas en los mercados internacionales. Entre esas, por ejemplo, destaca que 22 de las 24 provincias del país son aptas para la siembra del café. Por otra parte, se reconoce notablemente la calidad del grano, puesto que su sabor compite de par a par con los grandes productores del mundo.
Y justamente ese es una de las principales falencias que presenta el país. Según las cifras de la Organización Internacional del Café, el año pasado Ecuador produjo 36,060 kilogramos del grano. Mientras que los grandes países cafetaleros como Brasil o Vietnam, país asiático que ya rebasó a Colombia, superaron el millón y medio de kilos.
Esta diferencia se remota desde 1990, cuando en el mundo entero hubo una sobreproducción de café. Esto perjudicó a múltiples productores, quienes decidieron apostar por otras líneas, como el banano o el cacao, y dejaron abandonado al café. A su vez, Dávila describe que esto jala una cadena de baja producto, alto costo de mercado. “Los grandes países trabajan con las Bolsas de Valores de Nueva York (arábico) y Londres (robusta), mientras que acá estamos pagando fuera del mercado”, añade.
Para mejorar su productividad, el sector aspira una revisión a las tarifas de los servicios para sus actividades operacionales. Además, firmó un convenio para trabajar en conjunto con el Ministerio de Producción y con el Agricultura. Así aspiran empujar la producción del grano y que se extienda no solo su aroma y sabor, sino la cantidad de tazas que se pueda ofertar.
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