La policía belga detuvo el viernes a la eurodiputada socialista griega Eva Kaili, una de las vicepresidentas del Parlamento Europeo, en el marco de una investigación sobre sospechas de corrupción que implican a Catar.
La eurodiputada fue arrestada pocas horas después de las detenciones de cuatro italianos sospechosos por el mismo caso.
Kailli es una de las cuatro personas a las que un juez belga mantiene bajo arresto y ha imputado hoy por un delito de participación en organización criminal, blanqueo de capitales y corrupción en el caso que vincula a Catar con la Eurocámara, según informaron los medios belgas Le Soir y Knack.
Las otras tres personas son el compañero de Kaili y asesor en el Parlamento Europeo, Francesco Giorgi, el exeurodiputado italiano socialdemócrata Pier Antonio Panzeri y un lobista bruselense detenido el viernes de quien no ha trascendido la identidad.
El juez, en cambio, dejó en libertad condicional al padre de Kaili, a quien la policía detuvo el viernes mientras intentaba escapar con 600.000 euros en una bolsa y al secretario general de la Confederación Internacional de Sindicatos, Luca Visentini, según los mismos medios.
La legisladora, de 44 años y expresentadora de televisión, no pudo beneficiarse de su inmunidad parlamentaria ya que la infracción que se le atribuye fue constatada en "flagrante delito" el viernes.
Según el diario belga L'Echo, "varias bolsas llenas de billetes" fueron encontradas en el domicilio de Kaili en Bruselas.
La policía registró la vivienda después de haber localizado al padre de la diputada con una gran cantidad de dinero en efectivo en una maleta, según ese reporte.
En este caso "se sospecha del pago de importantes sumas de dinero o de regalos significativos a terceros con una posición política y/o estratégica que permiten, dentro del Parlamento Europeo, influir en decisiones" de esta institución, señala el comunicado de la fiscalía.
El sábado por la noche, la presidenta de la Eurocámara, la maltesa Roberta Metsola, ya decidió una primera sanción contra Kaili y la despojó de las funciones que le había delegado, entre ellas la de representarla en la región de Oriente Medio.
Eurodiputados de izquierda, entre ellos el ecologista Philippe Lamberts en nombre del grupo de los Verdes en el Parlamento Europeo, pidieron la dimisión de Kaili, excluida el viernes del partido socialista griego (Pasok-Kinal).