La primera ministra británica, Liz Truss, anunció este jueves su renuncia al cargo. Al cabo de menos de 45 días de su llegada al poder, informó su dimisión como líder del Partido Conservador y que dejará la jefatura del Gobierno en cuanto se elija a su sucesor.
Rechazada por la opinión pública y cuestionada dentro de su propio partido, la dirigente conservadora, de 47 años, reconoció que ayer su gobierno tuvo un "día difícil", después de que se enfrentara a las burlas de la oposición, a la rebelión entre sus filas y a la renuncia de su titular de Interior.
Su popularidad cayó en picada en parte por el abandono de su paquete de medidas económicas, que incluía recortes de impuestos masivos y un colosal apoyo a las facturas energéticas.
Sin embargo, Truss se aferraba aún al cargo este jueves pese a la creciente presión de su partido, que multiplicó los llamados a dimitir luego de una jornada catastrófica para su gobierno.
Sus propios colegas de partido cuestionaron que la primera ministra había perdido su autoridad, después de que casi todo su proyecto político y económico fuese anulado tras haber sembrado el caos en los mercados financieros.
"Liz Truss debe irse lo más pronto posible", sentenció el antiguo ministro conservador David Frost, que anteriormente le brindó un fuerte apoyo, en una tribuna del Daily Telegraph.
"Ya es hora de que acepte [que no está a la altura del cargo] y anuncie su dimisión", coincidió Matt Chorley, otro miembro de la mayoría.
El jueves por la mañana, la palabra "caos" estaba en todas las portadas de la prensa británica, resumiendo la pesadilla de la votación del día anterior en Westminster.
Truss pasará a la historia como la 'premier' más breve en la historia del Reino Unido y como la cuarta líder conservadora en caer en seis años, destaca 'El Mundo', tras las dimisiones sucesivas de David Cameron, Theresa May y Boris Johnson desde el 2016.