Los estadounidenses eligen este martes si convierten a Kamala Harris en la primera mujer presidenta o dan las llaves de la Casa Blanca por segunda vez a Donald Trump, en unos comicios presidenciales muy reñidos entre la vicepresidenta demócrata y el expresidente republicano.
Lea también: Harris y Trump cierran campaña y visitaron Pensilvania en busca del crucial voto latino
Los primeros en poder acudir a las urnas fueron los habitantes de Vermont (noreste), donde los centros de votación abren entre las 05.00 hora local (10.00 GMT) y las 10.00 (15.00 GMT).
A las 6.00 hora local (11.00 GMT), abrieron sus puertas los colegios electorales de otros seis estados (Connecticut, Kentucky, Maine, Nueva Jersey, Nueva York y Virginia), seguidos media hora después por Ohio, Virginia Occidental y Carolina del Norte, considerado este último un estado "bisagra" clave para determinar quién ocupará la Casa Blanca.
Los horarios de apertura de los centros de votación varían considerablemente, ya que los 50 estados de EE.UU. y el Distrito de Columbia abarcan seis husos horarios diferentes, y cada estado tiene su propia ley electoral con horarios de apertura y cierre específicos.
Las encuestas muestran una contienda especialmente ajustada entre Harris y Trump. A nivel nacional, Harris mantiene una ligera ventaja de poco más de un punto porcentual con el 48 % de apoyo frente al 46,8 % de Trump, según el promedio de encuestas del sitio web FiveThirtyEight.
Sin embargo, para ser presidente en Estados Unidos no basta con tener más sufragios que el oponente. Los estadounidenses no deciden por voto popular quién será su próximo presidente, sino que designan a un número de electores en cada estado que conforman el Colegio Electoral y que se encargan de elegir al próximo inquilino de la Casa Blanca.
El Colegio Electoral tiene 538 compromisarios y, para ganar, Trump o Harris necesitan al menos una mayoría de 270.
La mayoría de los estados ya se sabe si se decantarán por Harris o Trump, por lo que las elecciones se decidirán en solo siete estados clave, donde las encuestas también reflejan una carrera muy ajustada: Georgia, Carolina del Norte, Míchigan, Wisconsin, Pensilvania, Arizona y Nevada.
La Guardia Nacional, botones para llamadas de emergencia, comercios blindados ante posibles disturbios: Estados Unidos está en alerta máxima ante las elecciones presidenciales del martes, que serán unas de las más seguras de la historia del país.
Algunos colegios electorales se han convertido en fortalezas, vigilados por drones y con francotiradores en los tejados.
Los funcionarios electorales están entrenados para atrincherarse en una habitación o utilizar una manguera contraincendios.
En Washington, la capital federal, las barreras metálicas rodean la Casa Blanca y el Capitolio.
Asimismo, un número impresionante de comercios han protegido sus escaparates con tablones de madera.
En 2021, cientos de partidarios de Trump asaltaron el Capitolio, templo de la democracia estadounidense, en un intento de impedir la certificación de la victoria de Joe Biden.
Sin embargo, no se ha identificado ninguna "amenaza creíble" dirigida contra Washington en vísperas de las elecciones, dijo la jefa de policía de la ciudad, Pamela Smith.
Unos 244 millones de estadounidenses están llamados a las urnas en estas elecciones. De ellos, 80 millones ya ejercieron su derecho al voto por adelantado, tanto en las urnas como por correo, según el recuento de la Universidad de Florida, referencia en este aspecto.
Además del presidente, los estadounidenses elegirán hoy a los 435 miembros de la Cámara de Representantes y a un tercio del Senado.
También votarán por varios gobernadores y numerosos alcaldes, además de legislativos estatales, y decidirán sobre iniciativas ciudadanas, incluidas propuestas para proteger el aborto o endurecer las restricciones sobre ese derecho en diez estados.