Dayanna Monroy: la periodista ecuatoriana que conquistó la TV estadounidense en un año
Dayanna Monroy ganó tres Premios Emmy por su trabajo periodístico.
“Estoy segura que en Ecuador no podría seguir realizando el tipo de periodismo que hacía”, dice Dayanna Monroy, un año después de haber salido de Ecuador y haber conquistado tres Premios Emmy en Estados Unidos. Lo apostó todo por seguir sus sueños y en poco tiempo vio los frutos del sacrificio. Se ha consolidado como una de las periodistas más importantes de la cadena Univisión. Para ella, este reconocimiento significa un nuevo compromiso y la reafirmación de que se puede hacer periodismo en cualquier lugar.
El pasado 15 de junio del 2024, Monroy logró los reconocimientos en las categorías breaking news (Cumbre APEC), negocios/consumidores (especial de fraudes) y presentadora de noticias.
La comunicadora narró a Vistazo que el camino para alcanzar un Emmy empezó desde que llegó a San Francisco, California. Sus compañeros al ver sus primeros reportajes, se dieron cuenta del talento que tenía y, posteriormente, la animaron a postular a la importante premiación.
Nunca imaginó que iba a gritar el nombre de Ecuador en tres categorías, pero más allá de las luces y los reflectores, Monroy se siente comprometida por alcanzar más objetivos, el principal es generar conexión con los migrantes en ese país. También quiere reportar y presentar en inglés.
Sobre la situación de Ecuador, la periodista se mostró preocupada por la rápida expansión de la violencia contra su gremio. Recordó que cuando salió del país la situación era complicada, había advertencias, pero era manejable.
En cuestión de un año, las amenazas a periodistas han incrementado. Monroy está segura que bajo este nuevo contexto no hubiese podido seguir haciendo el tipo de periodismo que la caracterizaba.
Sin embargo, confiesa que, en algún momento, le gustaría volver a su país natal luego de haber adquirido más conocimientos y experiencia. El día en que retorne será para aportar y retribuir todo el cariño que ha sentido de los ecuatorianos.
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¿Alguna vez te imaginaste ganar un Premio Emmy?
No, creo que como periodistas nunca trabajamos por ese tipo de reconocimientos, y esto suena muy cliché, pero es así. Nunca me imaginé que iba a pasar algo de esta magnitud, sobre todo cuando lo dices o escuchas, tú comienzas a racionalizarlo: han llegado estos premios y tengo muy poco tiempo aquí. Entonces, piensas: ¿Qué significa esto, pero también cuál es el compromiso que deja en mí?
Justamente, uno de los aspectos que más llama la atención es que llevas apenas un año en Estados Unidos y ya ganaste tres premios. Entonces es un logro muy importante para un periodista ecuatoriano.
Sí, pero este tipo de cosas no se logran sola, hay más cosas detrás. En mi caso, el haber llegado con 14 años de experiencia y tener la ayuda de mis compañeros de un medio de comunicación tan grande como el que me encuentro. Entonces, también es por mucha gente y los lugares donde he trabajado.
¿Qué significa para ti estos tres reconocimientos?
El compromiso con la gente. Son tres premios en un año, pero un año no es suficiente. Estos reconocimientos no significan que yo ya he logrado lo que quiero, que es la conexión con la gente de acá, con los migrantes, así como la que tenía en Ecuador.
Para mí también es una demostración de que puedo hacer periodismo en otro lado, que no sea el país en el que nací. Yo quería saber si esa pasión que yo siento por hacer esto se iba a replicar en otro lado, si iba a tener esas emociones que tenía en Ecuador al hacer reportajes, si iba a entender los contextos, los problemas de la gente y si la gente iba a confiar en mí.
Y el premio de anchor no me lo esperaba porque no me sentía como anchor, mi preparación principal ha sido siempre ser reportera, lo de anchor vino por añadidura.
En tus redes sociales comentabas que estos premios confirman el camino de una nueva etapa. ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Primero seguir creando esa conexión con la gente. En un año no es suficiente para que confíen en ti, para que vean tu trabajo. También seguir entendiendo los problemas y diferencias que hay en la comunidad latina.
Y en cuanto a los proyectos, avanzar, continuar y perfeccionar aún más inglés. Yo quiero en algún momento llegar a reportar en inglés. Actualmente, casi todo el trabajo tras cámara es en inglés, pero yo reporto y presento en español.
¿Contemplas la posibilidad de regresar en algún momento al Ecuador?
Yo quiero volver a mi país, cada vez que pasan cosas me dan ganas de estar ahí porque no solamente está esa parte de extrañar como ser humano, sino también como profesional porque son realidades que tú conoces, sigues teniendo contacto con la gente, la gente te sigue escribiendo y tú te sientes un poco amarrado porque dices no puedo, no tengo el espacio para hablar de este tipo de cosas.
Entonces, quisiera seguir preparándome profesionalmente, crecer y aprender aún más para que haya valido la pena el salir de allí, que no sea una pérdida, sino que sea una inversión. Entonces, luego de eso, volver para poder aportar mucho más a Ecuador.
¿Cuál crees que es el reto más grande que tiene un periodista al cambiarse a un país totalmente diferente?
El tema de los contactos. No tener fuentes, eso para un periodista puede destruirlo y la verdad es que esa parte me creó muchos momentos complicados. En Ecuador ya construyes tus fuentes y ellos confían en ti, puedes llamar y confirmar una información con levantar el teléfono porque es alguien que te va a contestar, aquí nadie. El no tener fuentes, es comenzar de cero.
Y otra cosa también es entender el contexto de cada una de las comunidades, porque si bien aquí lo englobamos y decimos la comunidad hispana, pero hay gente que vino de El Salvador por un determinado periodo, gente que se vino de México desde hace varios años por una razón, etc. Entonces, el saber comprender a cada una de estas comunidades es importante.
¿Cuáles son las diferencias entre Ecuador y Estados Unidos en cuanto a las condiciones laborales de los periodistas?
Es muy diferente, sobre todo yo lo veo con el nivel de riesgo. Una de mis características es no ser cauta, pero aparte a eso, súmale que no sabía cómo medir si me estaba arriesgando mucho en determinado lugar de Ecuador. Había sitios donde antes podía entrar y en cuestión de meses ya no pude y para mí fue chocante. Aquí existe una protección estructurada sobre los lugares a los que puedes o no ir. Incluso, hay sitios a los que vas con resguardo, con guardias de seguridad.
¿Cómo percibes al periodismo en Ecuador bajo el contexto de la inseguridad en comparación a cuando tú vivías aquí?
Es increíble la rapidez con la que han pasado las cosas, cuando salí de Ecuador la situación era complicada, pero era manejable, aún eran advertencias. En un año las cosas han cambiado tanto que estoy completamente segura que no podría seguir haciendo el tipo de periodismo que hacía.
Y, por otro lado, también duele esta censura que existe para ciertos medios de comunicación. He visto compañeros que son grandes periodistas como Sol Borja o Fabricio Vela, que han tenido que enfrentar eso. El periodismo tiene estas dagas que vienen de la violencia, pero también tiene esas que vienen desde el poder y no es justo para la gente quiere hacer periodismo fuerte y crítico.
¿Cómo debe ser el contacto entre la fuente y el periodista en el contexto de la violencia?
Yo siempre he tenido una línea clara: no deberle nada a nadie. La fuente no te puede decir que no publiques eso, siempre hay que poner distancia. Incluso, puede ser una garantía de vida.
¿Cuál sería el mensaje que le darías a un periodista que quiere arriesgarse y salir del Ecuador a buscar nuevas oportunidades?
Creo que un periodista debe tener mundo e incluso si hace periodismo en su país, debe ver las realidades de su alrededor porque probablemente están pasando en otro lado. Entonces, yo les diría incluso salgan para volver.
Recuerdo tanto las palabras de mi mamá, cuando le conté que quería viajar a Estados Unidos, pero a la vez en Ecuador tenía un trabajo estable, muy bien reconocido, y mi mamá me dijo: ‘Mira si no sale bien, te regresas’.
Así que les diría que se animen porque parte importante del periodismo es también ir cerrando curiosidades que nos surgen como individuos. No apaguen esa curiosidad, salgan a explorar. Yo me he demostrado que si eres periodista en un lado puedes ser periodista en cualquier otro.
