Imagine lo siguiente: perder su principal fuente de trabajo de un día al otro y no contar con el que era el sustento económico de su familia. Casos como este suceden más de lo que cree, por situaciones incontrolables como las plagas en los cultivos. Un ejemplo de esto es una de las enfermedades más peligrosas para el plátano y el banano: Fusarium Raza 4 Tropical.
Esta plaga causada por un hongo que afecta al suelo, no puede ser eliminada y todavía no tiene ningún tratamiento o cura. Es decir, que una vez que llega a las plantaciones, el agricultor no puede volver a sembrar en esos suelos porque los cultivos mueren instantáneamente.
Entonces, sin químicos que ayuden o alguna solución disponible, la única alternativa, sobre todo en Ecuador que es el mayor exportador de banano en el mundo, es a través del control y prevención.
Así nació Fusarium Sensor Ec, una aplicación creada por investigadores de la Espol junto al apoyo de otros organismos como Agrocalidad. Quienes participan en la cadena de producción del banano, y acceden a esta herramienta, cuentan con información, conocimiento y recomendaciones para incrementar su nivel de prevención frente a esta enfermedad que ya está presente en Perú, Colombia y Argentina.
De acuerdo a la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) , los avances en el campo tecnológico y de datos permiten prevenir muchas catástrofes antes de que sean graves e impacten la seguridad alimentaria de las personas.
Aunque conservar la alimentación no es lo único. Desde el 2019, el Banco Mundial hace énfasis en que los países en vías de desarrollo, como Ecuador, aumentó de forma drástica la innovación agrícola y el uso de tecnologías distintas para eliminar la pobreza (más ingresos económicos y aumentar los empleos en el campo) y enfrentando los estragos del cambio climatico.
Además, como no hay suficientes terrenos para incrementar la siembra, con lo que ya existe hay que ser más eficiente. ¿Por qué es importante este tema en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) ? Por su influencia en metas como reconvertir las industrias para que sean sostenibles, duplicar la productividad agrícola, contribuir al mantenimiento de los ecosistemas, entre otros.
Las grandes iniciativas relacionadas con la tecnología y la agricultura llegan de una necesidad cada vez más grande: minimizar los riesgos de pérdida a través de la prevención.
En Ecuador, por ejemplo, todavía se realiza artesanalmente la detección de plagas. Es decir, alguien tiene que caminar, observar y contabilizar. Por ende, su confianza depende de la experiencia de la persona y la distancia que recorre.
Maidy Fuentes, gerente del área de Innovación de ABSIDE, una empresa de transformación digital, cree que la pandemia dejó expuestas varias realidades del campo y esto impulsó el uso de herramientas para tomar acciones. "Los equipos como drones, sensores o aplicaciones, muestran las condiciones reales de las hectáreas, incluso mide su impacto en la huella de carbono".
Pese a que considera que las empresas o los pequeños productores agrícolas pueden trabajar sin el uso de esta tecnología, remarca la necesidad de incluir en una hoja de ruta prácticas más rentables y sostenibles.
"Ya vemos las consecuencias con el cambio climático, una realidad que desfavorece al agricultor y daña al ecosistema que sostiene la producción. Si les damos la oportunidad a estas personas de conocer el uso de las herramientas tecnológicas, generarán un impacto económico, social y alimenticio ", considera Fuentes.
Una de las herramientas que ofrece estos resultados es el uso de inteligencia artificial en la siembra, cultivo y cosecha. Para Alejandro Martínez, presidente de Expoflores, aunque desde hace varios años el cultivo de flores está tecnificado, falta mucho para que todo esté totalmente automatizado.
"Por ejemplo, con el clima todavía es a dedo..comienza a llover o a aumentar la humedad y en ese momento se abren los invernaderos. No es que sea tarde, pero probablemente el 10 por ciento de la producción ya esté afectado", explica Martínez.
Al ver que este era uno de los problemas más comunes en las fincas, desde Expoflores trabajan para tener las proyecciones del clima a través de una aplicación y saber lo que pasará en tres o cuatro horas. "El objetivo es enfriar adecuadamente el invernadero en caso de que esté muy caliente, húmedo o viceversa. Si se prevén estas situaciones, la afectación podría pasar del 10 al uno por ciento de los cultivos".
Además de las proyecciones meteorológicas, se buscará alertar sobre posibles plagas o qué tanto se producirá para tener más control sobre toda la cadena productiva. Es decir, que el área de ventas sepa cuánto podrá vender, las fincas qué tanta oferta tendrá el merado y por fin, las asociaciones la de vuelos que solicitarán para exportar el producto.
Desde Naciones Unidas se señala que incluir la tecnología facilita el crecimiento económico de un país y la mejora de productividad en la agricultura, un sector que es el mayor trabajador del mundo y la principal fuente de ingresos para los hogares rurales pobres.