El metabolismo es el proceso por el cual el cuerpo convierte los nutrientes, grasas, proteínas en energía para que las distintas partes del organismo puedan funcionar correctamente. Asimismo, se ha hablado de que este proceso es la clave para subir o bajar de peso de una manera inteligente.
Muchas personas creen que el metabolismo se ralentiza después de los 20 años, por lo que a partir de ahí se empieza a ganar más peso. Otros dicen que el metabolismo de las mujeres es más lento que el de los hombres y que la menopausia vuelve aquello aún peor. No obstante, una reciente investigación de la Universidad de Duke, en Estados Unidos, desmitifica estas creencias.
Tras analizar a más de 6 mil personas, los investigadores concluyeron que no hay diferencias entre las tasas metabólicas de hombres y mujeres y que existen cuatro periodos de la vida en los que el metabolismo carga.
El antropólogo evolutivo de la Universidad de Duke, el Dr. Herman Ponzer, dijo que antes de esta investigación no se tenía claro cómo el tamaño corporal o el envejecimiento afectaba el metabolismo. “Estas son cosas básicas y fundamentales que uno pensaría que se habrían respondido hace 100 años”, declaró al New York Times.
Para sacar las conclusiones los investigadores de alrededor de 40 laboratorios en todo el mundo se pusieron de acuerdo en principios básicos que rigen la biología humana y son independientes de los factores culturales. Así, tuvieron en cuenta la cantidad de dióxido de carbono que exhala una persona durante sus actividades diarias, su peso, estatura, porcentaje de grasa corporal.
El estudio determinó cuatro momentos:
El primero, en la infancia hasta el primer año de edad. Aquí la quema de calorías está en su punto máximo, un 50% más que los adultos. El segundo momento es desde el primer año hasta los 20, aproximadamente. Aquí el metabolismo se ralentiza alrededor de 3% cada año.
Sin embargo, de los 20 a los 60 años el proceso de quema de calorías se mantiene estable. Es decir, un joven y una persona adulta mayor que realicen las mismas actividades, quemarán las mismas calorías. A partir de los 61 años, el metabolismo se reduce un 0,7% por cada año que pase y a los 95 años, la disminución es de 20%.
Los expertos aclararon que, por la genética y la etnia, así como su modo de vida, el metabolismo de algunas personas puede estar 25% debajo del promedio o 25% más alto. Sin embargo, estos valores no cambian las conclusiones generales.
Otro descubrimiento impactante ha sido que los bebés, durante el primer mes, tienen la misma tasa metabólica que sus madres. Según el NYT, el Dr. Ponzer tenía la teoría de que los recién nacidos tendrían la tasa metabólica más alta de todos, siguiendo la regla biológica de que los animales más pequeños queman calorías más rápido.
Tras observar el estudio, el Dr. Samuel Klein, del Centro de Nutrición Humana de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, indicó que el aumento de peso en adultos ya no se podrá atribuir al metabolismo lento, sino a otros factores. Aparentemente los requerimientos energéticos del corazón, hígado, riñón y cerebro, los grandes motores del cuerpo, apenas constituyen el 5% del peso corporal.
El hecho de que a los 61 años el metabolismo vuelva a ralentizarse progresivamente da a pensar que hay órganos del cuerpo que están consumiendo menos energía, cosa que podría ser un factor clave para entender las enfermedades crónicas, según los expertos.
“Existe el mito de retener la juventud. Eso no es lo que dice la biología. Alrededor de los 60 años, las cosas comienzan a cambiar”, indicó la Dra. Rozalyn Anderson, profesor de medicina de la Universidad de Wisconsin.