En 2016, Katie Bouman acababa de graduarse en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y ofreció una charla en la que hablaba del proyecto que se cumplió: fotografiar un agujero negro.
A sus 27 años, ha sentido tan suya esta aventura que no pudo ocultar su emoción en sus redes sociales.
La foto de la científica con el agujero negro en la pantalla de su ordenador se ha convertido en viral. “Viendo con incredulidad como la primera imagen que hice de un agujero negro estaba en proceso de ser reconstruida”, escribía Bouman.
Su juventud y el hecho de haber superado todas las barreras laborales por ser mujer dan todavía más mérito a su trabajo.
Bouman es una pieza clave de los 200 científicos de 20 países que han formado equipo para obtener la imagen histórica, la del agujero negro situado en la galaxia M87, a 55 millones de años luz de la Tierra. El consorcio EHT (iniciales en inglés de Telescopio del Horizonte de Sucesos) empleó una red de ocho radiotelescopios sincronizados por relojes atómicos situados en EE.UU., Sudamérica, Europa, la Antártida y Hawai.
Se necesitaron diez noches de observaciones en agosto de 2017 para recopilar todos los datos necesarios.
Tal y como ha detallado el MIT en Twitter, ella “lideró la creación de un nuevo algoritmo para producir la primera imagen de un agujero negro. Hoy esa imagen ha sido liberada”. Ese algoritmo llamado CHIRP (Continuous High-resolution Image reconstruction) fue el que empezó a idear mientras aún era una estudiant
Katie Bouman se ha encargado de recordar que ha sido un trabajo en equipo: “El algoritmo de una sola persona no hizo esta imagen, requirió el increíble talento de un equipo de científicos de todo el mundo y años de arduo trabajo para desarrollar el instrumento, el procesamiento de datos, los métodos de imágenes y las técnicas de análisis que eran necesarias para lograr esta hazaña imposible. Ha sido un verdadero honor haber tenido la oportunidad de trabajar con todos ustedes”.