Plástico reciclado da vida a nuevos productos
Cubiertas, madera plástica, hilo, láminas, tuberías, preformas, muebles, colchones y juguetes para mascotas es una parte de lo que se produce con este material.
Cada año en el Ecuador se pone al mercado aproximadamente 60.000 toneladas de productos elaborados con PET, de este volumen aproximadamente el 50 por ciento se recupera y se recicla. Desde hace más de una década en el país se ha invertido en el establecimiento de algunas industrias que aprovechan este material para la elaboración de diferentes productos.
Una empresa cuya materia prima se obtiene mediante el reciclaje es Ecuaplastic, ésta recupera y transforma diferentes tipos de plástico (polietileno de alta y baja densidad), envases de alimentos como Tetra Pak, laminados de snacks, galletas y embutidos, así como sacos y costales de polipropileno, carcasas de electrónicos y griferías (ABS), mismos que son recolectados y separados por recicladores de base, de pie de vereda o empresas.
Esta industria fabrica cubiertas, tableros, madera plástica, hilo, láminas y tubería flex para el transporte de agua y riego agrícola. Sus cubiertas y tableros ECOPAK son térmicos, acústicos, livianos, flexibles y resistentes al ambiente y fuego. Con su madera plástica Madevida se fabrican vigas, tablas, tablones y columnas y su hilo Ecoyarn sirve para hacer muebles tejidos y otros artículos.
Su gerente de ventas, Betzabé Costa, señala que sus productos son elaborados mediante procesos industriales limpios completamente ecológicos sin usar químicos o formaldehidos y con termocompresión o extrusión. “Estamos desarrollando nuevos productos, muy pronto lanzaremos al mercado un cuero vegano”, anuncia.
En el 2021 Ecuaplastic logró recuperar y transformar 720 toneladas métricas (TM) de polietileno, 620 TM de polialuminio, 62 TM de laminados y 55 TM de polipropileno, con lo cual se evitó la emisión de 7.320 TM de co2. Para este año espera incrementar la recuperación y transformación de estos materiales en un 25 por ciento y utilizar toda su capacidad instalada.
Enkador es otra industria que ha aprovechado el reciclaje de PET en su producción. Desde el 2012 emplea este material para la elaboración de filamento sintético de poliéster para la fabricación de telas. El año pasado creó Origin®, un concepto ambiental y social que tangibiliza con la producción de resina, preformas y botellas R-PET (PET reciclado) y cuya base de trabajo está conformada por más de 5.600 recicladores a escala nacional.
Su gerente general, Daniel Romero, explica que este grupo les provee al día de un promedio de 500.000 envases PET post consumo en los 15 centros de acopio propios y asociados a nivel nacional.
En marzo pasado Enkador inició sus exportaciones de preformas R-PET a Colombia, siendo la primera vez que Ecuador comercializa este producto al exterior. La empresa prevé exportar cada mes tres millones de preformas. Adicionalmente, envía escamas y resina R-PET a Reino Unido, ciertos países de la Unión Europea, Estados Unidos y Canadá.
Romero afirma que la compañía ha invertido más de 20 millones de dólares, parte de lo cual ha sido destinado a procesos de investigación e innovación. “¿Qué hemos logrado? Que Origin® sea la primera marca ecuatoriana que completa todo el círculo de la economía circular inclusiva: de botella a botella, es decir, no nos conformamos con quedarnos en productos intermedios como resinas o preformas, sino que decidimos cerrar toda la cadena. Esto último significó una inversión adicional de dos millones de dólares”, manifiesta.
Soluciones sostenibles
La contaminación por el uso de plástico es un problema que dañando la vida de los océanos. Según datos de la Iniciativa Seaqual, los desechos marinos perjudican a más de 800 especies, razón por la cual desarrolla programas de limpieza de océanos en todo el mundo y trabaja con las industrias de gestión de residuos, para transformar la basura marina en plástico reciclado. Una de ellas es precisamente Chaide que el año pasado se convirtió en la primera empresa en su sector en implementar tecnología sustentable para la fabricación de colchones con fibras de plástico reciclado del océano.
Su gerente de Innovación y Ventas, Raúl Estévez, explica que los colchones, en su mayoría, se fabrican con fibras textiles de origen vegetal como algodón y cáñamo, y de origen sintético como poliéster y nylon. Pero que la compañía adquiere la tela de Iniciativa Seaqual para fabricar Restonic Seaqual.
“La diferencia al utilizar tecnología Seaqual es que las fibras provienen de plástico extraído de los océanos, sin hacer uso de un recurso natural adicional, sino de desperdicios, aportando a la limpieza y conservación del planeta. La composición interna del colchón es similar a los tradicionales de Chaide y brindan el mismo confort y calidad que ha caracterizado a la marca a lo largo de los años”, comenta.
A corto plazo, la empresa espera poner a disposición otras alternativas de productos amigables con el medio ambiente, sin embargo -recalca Estévez- aún hay un largo camino por recorrer con respecto al conocimiento y posicionamiento de la sostenibilidad en el consumidor.
Chaide lleva también a cabo con voluntarios y fundaciones varias acciones que aportan a la protección del medio ambiente, tales como: Certificación Carbono Neutro, siembra de árboles para salvar al oso de anteojos en Cotopaxi, co-procesamiento para una finalización correcta y responsable de sus colchones, uso de energía limpia con su planta fotovoltaica y campañas de recolección del plástico de sus productos, entre otras.
Emprendimientos
Pero llevar adelante un modelo circular no es exclusivo de grandes industrias, emprendimientos como el de Alku Pets son una muestra de que desde las MYPIMES también es posible trabajar con este enfoque. Sus juguetes para mascotas están elaborados con materia prima reciclada, libre de tóxicos y amigables con el medio ambiente.
Su CEO y fundador, Juan Sebastián Espín, cuenta que la idea surgió por la necesidad de evitar los efectos nocivos que producen los juguetes de plástico de baja gama y pintura con altas concentraciones de cromo y plomo en los animalitos.
“En su primera línea de productos los juguetes son elaborados con materia prima reciclada, libre de tóxicos y diseños ergonómicos para adaptarse de mejor forma a la interacción entre la mascota y su dueño”, explica.
Alku Pets tiene su planta en Atuntaqui y produce entre 2.500 a 3.000 juguetes mensuales. Por cada uno de ellos se recicla una botella de plástico, hasta la fecha han rescatado más de 160.000. La marca arrancó con tres modelos: pelota, hueso y rosca, y hoy cuenta con 40, además de una línea de galletas naturales con materia prima de pequeños productores libre de conservantes, químicos y alta en proteína.
*Revise otros temas de sostenibilidad en Revista Enfoque. Ya en circulación junto a Revista Vistazo.
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