El uso desmedido de los recursos naturales para la fabricación de nuevos productos, la alta generación de residuos y el desecho sin control de los artículos ya usados, constituye un modelo lineal de producción que no soporta más nuestro mundo con un medio ambiente cada vez más afectado y un consumo en crecimiento constante.
Ante esta realidad, la economía circular surge como una solución sostenible, pues el modelo contempla la obtención de materias primas, fabricación de un producto, su distribución, uso, reutilización y reciclaje del mismo para ser incluido en el proceso de producción de un nuevo bien.
Según un informe de ONU Medio Ambiente de 2018, la economía circular podría reducir entre un 80 y un 99 por ciento los desechos industriales en algunos sectores y entre un 79 y un 99 por ciento de sus emisiones de gases contaminantes.
Por estos beneficios, varias empresas están apuntando sus esfuerzos por ajustar sus procesos de producción a este modelo y otras ya cuentan con una filosofía corporativa establecida.
Una de ellas es Smurfit Kappa, una multinacional con presencia en Europa y América, que brinda soluciones de empaques de papel. En el mercado nacional, la compañía inició operaciones en 2004, con una planta que produce sacos de papel para las industrias de la construcción, agrícola, químicos y alimentos.
“Aplicamos la economía circular como un modelo que nos permite maximizar nuestra eficiencia, ahorrar recursos, disminuir la generación de residuos y contribuir a la sostenibilidad ambiental”, explica Alonso Roa, gerente de la empresa en Ecuador.
La gestión comienza y termina en la materia prima, pues Smurfit Kappa utiliza madera proveniente de plantaciones forestales certificadas, tanto propias como asociadas, y papel reciclado para extraer las fibras que se utilizarán en la producción de sus empaques.
Solo en Colombia, la empresa cuenta con un patrimonio forestal de 67.000 hectáreas, de las cuales 42.000 son plantaciones comerciales de pino y eucalipto, mientras que 22.000 hectáreas son bosque natural que protege y conserva.
Por este manejo, tiene la certificación internacional FSC®️ (FSC – C008815) desde el año 2003. Dentro de sus procesos productivos, la compañía reutiliza residuos cuando es posible. Así reduce sus emisiones de CO2 gracias a la autogeneración del 70 por ciento de su demanda de electricidad y la generación del 40 por ciento del total de su demanda energética (tanto eléctrica como térmica) a partir de biocombustibles.
Los empaques de Smurft Kappa también se elaboran con carácter sostenible. Tienen diseño ecológico, que permite maximizar la cantidad de producto en cada traslado; son más eficientes para reducir la generación de residuos de los clientes; y pueden ser usados para la exhibición de productos.
Además, los empaques son biodegradables y cien por ciento reciclables, lo cual significa que ninguna caja de cartón corrugado, saco o bolsa de papel necesita ser llevada a un relleno sanitario, pues se puede recoger, limpiar, reprocesar y convertir en un nuevo empaque.
Más iniciativas
En cambio, Nestlé está avanzando hacia el modelo de economía circular y Ecuador es uno de los primeros países donde la transnacional realizará el proyecto piloto para su implementación.
La compañía tiene como propósito fundamental el mejorar la calidad de vida y contribuir a un futuro saludable en el país, enfocando sus acciones en tres ejes: personas y familias, nuestras comunidades y el planeta.
Así, trabaja de forma fuerte para reducir la contaminación de material plástico, especialmente, en el océano; y con sus socios de la cadena de valor y gremios para explorar diferentes soluciones para crear un futuro libre de residuos.
Pronto lanzará una gran campaña de comunicación en varios espacios (puntos de venta, en sus empaques, comunicación masiva y digital, entre otros) denominada RE, a fin de transmitir los mensajes de ‘Re.Pensar’ los hábitos, ‘Re.Ducir’ el consumo utilizando solo lo necesario y ‘Re.Crear’ fomentando el reciclaje y reutilización. La meta es recuperar y reciclar más de 3.000 toneladas de plásticos cada año.
Otro reto de la empresa es contar con empaques cien por ciento reusables o reciclables para el 2025. “Nuestro propósito es liderar esquemas eficientes de recolección, reciclaje y aprovechamiento para impulsar la economía circular, además de impulsar el cambio de hábitos y educación”, destaca Sergio Mera, gerente de Asuntos Corporativos de Nestlé.
Una filosofía similar comparte Tetra Pak®️, que está presente en 170 países y que lleva 25 años en Ecuador. La visión de la empresa está basada en la sostenibilidad, cuidando los recursos durante todas las fases de vida del envase de cartón.
La materia prima proviene de fuentes forestales controladas y renovables. En la actualidad, más de 50.000 envases de la compañía que se comercializan en el mundo cuentan con la etiqueta FSC™️ y en nuestro país, Tetra Pak®️ ha logrado que el 80 por ciento de sus ventas sean con esta certificación.
Los envases de Tetra Pak reciclados sirven para fabricar materiales de construcción, muebles, tableros, entre otros artículos.
Como parte del mejoramiento de la gama de productos, a partir del 2019 la empresa anunció la implementación de sorbetes de papel y el reemplazo de todas sus tapas adjuntas por materiales cien por ciento reciclables o biodegradables, explica Hedda Naranjo, gerente de Ambiente.
En el momento del posconsumo, trabaja en alianza en varios frentes. Es así como ejecuta el programa “Tetra Pak®️ Recupera y Recicla”, una iniciativa encaminada a recuperar la mayor cantidad de envases.
Estas acciones permitieron el año pasado recuperar más de 2.680 toneladas de material en el país, logrando un 29,7 por ciento de reciclaje. Además, la empresa se ha enfocado a reducir sus emisiones de carbono.