Un nuevo producto agrega Ecuador a su oferta exportable hacia Estados Unidos. Se trata del queso azul, cuyo primer embarque saldrá este domingo 4 de octubre desde el aeropuerto internacional Mariscal Sucre, de Tababela.
Se exportarán 180 piezas del queso, proveniente de la Hacienda Troya de la empresa Mondel, ubicada en Tulcán, provincia de Carchi. La unidad productiva cuenta con la certificación de libre de brucelosis y tuberculosis, emitida por la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (Agrocalidad), y cumple con buenas prácticas agropecuarias.
Por ello, el producto a exportarse cumple con los requisitos homologados que exige la normativa estadounidense, y será certificado previo al embarque.
El mercado de Estados Unidos fue abierto en febrero del presente año, luego que la empresa Mondel solicitó tres meses antes la homologación de requisitos sanitarios para exportar queso azul. El proceso fue aceptado por el APHIS-USA, la agencia oficial de ese país.
Ahora, cualquier empresa que cumpla con la normativa vigente y obtenga su certificado de “Exportador de Mercancías Pecuarias”, emitido por la Agrocalidad, puede exportar este producto en cumplimiento de los requisitos exigidos por Estados Unidos.
Para Jaime Erazo, gerente de Mondel, esta primera exportación obedece a sondeos realizados por un año entregando muestras en las ciudades de Miami, Houston y Nueva York, donde se despertó el interés por el producto y ya se tiene pedidos, por lo que hay un gran potencial de mercado para este tipo de queso.
La materia prima la abastece la hacienda Troya y se encuentra en desarrollo un proyecto con productores de comunidades afro de Tumbatú, Mascarilla, Púsir y La Portada, y de la frontera norte quienes se encuentran en camino de obtener la certificación en Buenas Prácticas Agropecuarias que otorga Agrocalidad, lo que beneficiará a 180 familias de pequeños productores.
El director ejecutivo de Agrocalidad, Patricio Almeida, mencionó que esta exportación es un hito de los más importantes para el sector agroexportador nacional, que posiciona al país en otro lugar con respecto a las altas exigencias de mercados como el estadounidense y una muestra más de la naturaleza de nuestros productores que, con resiliencia, aprovechan las oportunidades que se presentan incluso en tiempos adversos.