Certificaciones ambientales respaldan la producción ecuatoriana
Certificaciones y reconocimientos, públicos y privados, requieren de rigurosos procesos de auditoría para su obtención.
El cumplimiento de diversas acciones corporativas, que buscan mitigar el impacto ambiental refleja un firme compromiso con la sostenibilidad. Estas iniciativas son respaldadas por varias certificaciones y reconocimientos, públicos y privados, que requieren de rigurosos procesos de auditoría para su obtención.
Este es el caso de Novopan, empresa que obtuvo la certificación de Gestión Forestal FSC® la cual demuestra que los productos de la empresa tienen su origen en bosques bien manejados, fuentes controladas y materiales recuperados.
Cristian Durán, gerente Forestal de Novopan, explica que para la emisión del certificado, la empresa se sometió a estrictos procesos de auditoría durante un periodo de 2 años. “Cumplimos con todos los parámetros requeridos, por lo que nuestros stakeholders cuentan con la garantía de que el 100% de la madera y subproductos que recibimos ha pasado por un riguroso manejo sustentable”, asegura.
En su proceso, la compañía coordinó una orientación para sus colaboradores, cuyo objetivo fue asegurar que se sistematice la información y evidencia relevante, de la mano de asesores de Perú, Costa Rica y Chile, que cuentan con una vasta experiencia en FSC®.
La certificación de Gestión Forestal FSC® se suma a la Certificación Ambiental Ecuatoriana Punto Verde, el Sistema de Gestión de Calidad basado en la Norma ISO 9001:2015, el Sistema de Gestión Ambiental basado en la Norma ISO 14001:2015 y el Sistema de Gestión de Control de Seguridad, certificado ante la Organización Mundial BASC, que posee la empresa.
Por otro lado, la multinacional Bakels dedicada a la producción y comercialización de insumos de panadería y pastelería, recibió el Incentivo Honorífico “Distintivo Iniciativa Verde para Actividades que Apoyan a la Gestión Ambiental” por parte del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica por su proyecto “ReciSacos – Reduciendo la huella de polipropileno”.
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Este proyecto logró reducir en un 88.88% el uso de fundas plásticas en el área de producción desde el año 2020, lo que equivale a una reducción de 4.000 unidades de fundas plásticas.
Adicional a ello, renovó la certificación FSSC 22000, desarrollada por la Foundation for Food Safety Certification y reconocida por la Iniciativa Global de Seguridad Alimentaria (GFSI), la cual asegura el control de los riesgos de seguridad alimentaria, facilitando un sistema que identifica, controla y minimiza dichos riesgos, garantizando así una producción segura.
Bakels, cuya planta de producción fue inaugurada en Quito, en el 2018, también finalizó la auditoría SMETA, la cual permite comprender y mejorar los estándares de trabajo, salud y seguridad, desempeño ambiental y ética dentro de sus operaciones. Esta auditoría está diseñada para proteger a los trabajadores de condiciones inseguras, exceso de trabajo, discriminación, bajos salarios y trabajo forzoso.
