La crisis eléctrica por la que está atravesando el Ecuador, ha llevado a replantear la dinámica de los hogares en cuanto al manejo de la comida. Los racionamientos de energía, que en algunas ocasiones han llegado hasta a 12 horas diarias, han generado un mayor desperdicio de alimentos, especialmente de carnes, mariscos, lácteos, frutas y algunos vegetales al no poder ser refrigerados adecuadamente.
Muchas familias han optado por reducir sus compras o hacerlas a diario para no correr el riesgo de que se estropeen, convirtiendo a la conservación de alimentos perecederos en un desafío para la salud, economía y el medio ambiente.
De acuerdo con al Programa para el Medio Ambiente de la Organización de las Naciones Unidas, en el 2022 el mundo desperdició un estimado en 1.050 millones de toneladas de alimentos, una quinta parte de todos los disponibles para los consumidores, en toda la cadena de producción y venta, siendo los proveedores de servicios alimentarios y los hogares, los sectores con mayores pérdidas con 631 millones de toneladas, equivalentes a 79 kilogramos promedio por persona al año y a 1.000 millones de raciones de comida diarias.
Dichas pérdidas son además responsables de la generación de entre el 8 y el 10 por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
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Desde hace varias décadas, las soluciones de envasado y procesamiento aséptico ha hecho posible la protección de alimentos y bebidas, ampliando su vida útil y ayudando a reducir el desperdicio de alimentos. Su método comprende la esterilización separada del contenido y del recipiente antes de proceder al llenado en un ambiente estéril. La multinacional sueca Tetra Pak liderada este tipo de tecnologías y ha desarrollado varios formatos y tamaños de envases para la industria alimenticia y de bebidas.
Ante la nueva realidad de apagones que vive el país, la compañía señala que sus envases asépticos son una herramienta práctica para afrontar esta crisis, al permitir que los productos se conserven por mayor tiempo.
Entre los atributos de los envases Tetra Pak, por ejemplo, está la asepsia. Su tecnología de capas genera una barrera contra la luz, el oxígeno y los microorganismos del exterior. Adicionalmente, no requieren refrigeración ni conservantes; son de fácil almacenamiento y transporte; sus tamaños se ajustan al consumo y son reciclables.
Actualmente, la empresa genera y promueve, en todo el mundo, acciones para fortalecer su cadena de reciclaje. En 2022, alcanzó una tasa de reciclaje de envases posconsumo del 29%, equivalente a 186 millones de envases de cartón para bebidas recuperados y transformados en nuevos materiales y productos útiles.
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