Al obtener su quinta medalla de oro consecutiva, el luchador cubano Mijaín López inauguró una nueva página en la historia de los Juegos Olímpicos.
López derrotó con autoridad al nacionalizado chileno Yasmani Acosta Fernández (nacido en Cuba) por un marcador de 6-0 en la final de lucha grecorromana de 130 kg en los Juegos Olímpicos de París 2024.
El primer minuto fue decisivo durante la pelea, ya que el cubano logró ponerse 3-0 rápidamente. Esto le permitió tomar la ventaja y sentirse más cómodo, cerrando la lucha con un marcador de 6-0, que subraya sin lugar a dudas que López es indiscutiblemente el rey de este deporte.
En París 2024, el luchador cubano de 41 años se convirtió en el primer deportista en lograr cinco medallas de oro consecutivas en una misma prueba individual, añadiendo esta última a sus victorias previas en Beijing 2008, Londres 2012, Río 2016 y Tokio 2020.
Este logro supera incluso a grandes nombres de la historia deportiva como: Michael Phelps, Carl Lewis y Kaori Icho, quienes se quedaron con la marca de cuatro medallas de oro consecutivas.
Una vez finalizada la pelea y después de celebrar con sus entrenadores, López, en un emotivo gesto, se acercó al centro del tapiz, se quitó los botines, besó el suelo y dejó su calzado en el centro, despidiéndose así de la lucha grecorromana.
“Terminé. Hay que dejar espacio a los jóvenes que vienen. La lucha ha sido toda mi vida”, declaró el luchador cubano de 41 años.