Con Harry Kane de vuelta al casillero de goleadores, con un Jude Bellingham mágico en el centro del campo y con un bloque engrasado y competitivo, Inglaterra, tras vencer a Senegal (3-0) con goles del propio Kane, Jordan Henderson y Bukayo Saka, vuelve al grupo de favoritas y avista un enfrentamiento precioso contra Francia en cuartos de final.
Inglaterra, único equipo del torneo que permanece invicto junto a Marruecos, se ve candidata, porque tiene enchufado a Kane, ya alejado de los problemas en el tobillo y la fatiga, porque Bellingham oposita a mejor joven y mejor jugador del torneo y porque su despliegue en este torneo está muy por encima de su historia. Los doce goles hasta la fecha superan los hechos en 1966 (campeona) igualan los de 2018 (semifinalista). Y aún quedan partidos por delante.
El grupo del discutido Gareth Southgate no tuvo gran problema para pasar por encima de una paupérrima Senegal, que apenas aguantó el envite los primeros minutos, cuando, eso sí, tuvo un par de buenas oportunidades para adelantarse. Un fallo de Sarr a bocajarro y un mano a mano de Dia que salvó Pickford metieron el miedo en el cuerpo a los ingleses, que se sacudieron el dominio explotando la banda izquierda del débil Sabaly.
Por ahí encontró un coladero Kane, una vez más en su faceta de catalizador y no de finalizador. Pasada la media hora, el '9' más '10' de Inglaterra recibió un taconazo de Foden desde la banda. Controló el cuero y casi sin levantar la cabeza supo ver la jugada. Balón en profundidad para Bellingham y gol 'made in Holanda'. Pase atrás y remate a placer de Henderson.
El gol derribó la resistencia de Senegal, que demostró su inocencia cuando, de una jugada de ataque a favor, permitió el 2-0 en un contraataque con el tiempo cumplido. Otra vez Bellingham como conductor, viendo en la distancia a Foden y el del City con el regalo a Kane. Este se metió dentro del área y descargó la furia de no haber marcado en la fase de grupos con la red africana.
Cumplió su promesa de anotar en las eliminatorias y afina puntería para la parte más importante del torneo. Con Kane en forma, es imposible desligar a Inglaterra del favoritismo.
Y más si Foden, suplente en los dos primeros encuentros, está de dulce. El del City, tras irse de dos en carrera, sirvió con un pase raso el 3-0 a Saka. El del Arsenal, con un toque exquisito en un punto de máxima tensión, superó por arriba a Mendy y finiquitó el partido.
Inglaterra es favorita, pero su verdadera prueba de fuego será el próximo sábado, cuando se mida a Francia en uno de los partidos más eléctricos que se pueden ver en el fútbol mundial. Será el tercer choque entre estas dos selecciones en la historia de los Mundiales, tras los triunfos en 1966 y 1982, ambas en la fase de grupos, para los 'Tres Leones' (ingleses).