La vida de Thais Medeiros de Oliveira, una joven que trabajaba en un salón de belleza de la ciudad brasileña de Anápolis, cambió totalmente una tarde de febrero del año pasado.
Mientras almorzaba en casa de su novio, Thais Medeiros de Oliveira, de 25 años, olió casualmente un frasco con pimientos encurtidos que estaba en la mesa. Acto seguido, se descompensó hasta el punto de requerir un traslado urgente al hospital.